martes, 25 de febrero de 2014

Cartas desde el exilio. Paulina Movsichoff

Sucre, 28 de abril de 1973

Querida mamá:
Desde Villazón, donde te escribí la postal, hemos andado mucho. Ahí nos quedamos dos días pues yo andaba mal del estómago. Las comidas de Bolivia son todas con picante y me hacen mal. Pero a veces consigo lomo y puedo comer un bife. Como te decía, desde allí nos fuimos a Potosí. Son doce horas de viaje por caminos de cornisa en el sector oriental de los Andes bolivianos. Un camino donde apenas cabe el ómnibus y precipicios abajo de metros y metros. Pero no tuve mayormente miedo y el paisaje lo compensaba. Una belleza increíble en montañas y montañas, y alguno que otro valle fértil adonde el ómnibus bajaba para desayunar o almorzar. En el viaje un calor de novela. Por la noche llegamos a Potosí, llamada Villa Imperial del Potosí, a 4030 metros de altura. Es una ciudad típicamente colonial, con casas de balcones de hierro y enfarolados (tipo balcones cubiertos). En la colonia tuvo más habitantes debido a la enorme cantidad de plata de su Cerro, llamado también Cerro Rico. Ahora sus habitantes no pasan de cien mil y, como dice Adolfo, parece una ciudad fantasmal.  Toda su población es indígena y tiene la belleza de lo que resiste a los embates del tiempo. Por todas partes ves indios, andrajosos, con caras arrugadas y curtidas, indias que son jóvenes pero que ya parecen viejas, indiecitos, algunos divinos que me dan ganas de llevarme a Buenos Aires. Es tanta la pobreza que te deprime un poco, pero se aprende a querer a esa gente tan sufrida. En fin, hay que verlo porque es difícil de expresar. La ciudad tiene calles angostas y todas empinadas y empedradas.  Me resultaba difícil adaptarme a los hoteles que son pobres y sin baño privado. Pero ahora estoy mejor. Es tan lindo todo que vale la pena. Allí estuvimos dos días y partimos para Sucre en ómnibus. Seis horas de viaje también entre cerros y valles que te asombran por su belleza. Se ven pastoras indias cuidando rebaños, casas de barro y paja, con sus respectivos corrales, etc. Acá los viajes de un lugar a otro son de día y te parecen paseos por la variedad de lo que ves. Ahora estamos en Sucre, capital de Bolivia. Según Adolfo se parece a Salta aunque mejor. Tiene todo lo que se ve en una provincia, San Luis por ejemplo, aunque con mucha historia y tradición y un estilo colonial neto. Pero hay, aquí también, mucha pobreza. No hay restoranes ni hoteles demasiado cómodos. Pero se ven bellezas de casas coloniales, con sus típicos balcones. Las Iglesias, que encuentras por poco una en cada esquina, son a cada cual más lujosa, todas de oro a la hoja o enchapadas en oro, y pinturas hechas por escuelas del Potosí, del Cuzco, etc. Esta mañana fuimos a la Universidad de Chuquisaca, donde estudiaron Paso, Castelli, Moreno y Monteagudo. También a un museo donde vimos cosas increíbles de las culturas indígenas y también coloniales, hechas por mestizos e indígenas en las misiones jesuíticas. El martes nos vamos a Llallagua, un pueblito minero que Adolfo quiere visitar, por la novela que está preparando. Después Oruro  y luego La Paz para estar el domingo ya en Perú.
 Como ves es un viaje agitado pero lindo, todo asombra. En Potosí la altura nos molestó bastante. Adolfo tenía taquicardia y yo caminaba media cuadra y me parecía haber corrido  diez. Tomábamos a cada rato Micorén para el corazón.
¿Cómo andan vos y la chicas? Espero que estés tranquila y más resignada. Una vez Adolfo me decía que “hay que saber perder con altura lo que se quiere”. Tienes que encontrar tu razón de vivir en vos misma y no en otra persona. Es la única forma de vivir. Lo demás es dependencia.  Está bien que sufras por el papá, pero eso no quiere decir que se te va a acabar el interés por el mundo. Veo tanta gente sumergida en pobrezas y miserias que parece que lo de uno no es todo. Sigue mirando a tu alrededor y sobre todo en vos misma. Encontrarás mucho motivos para alegrarte por vivir.
Bueno, cariños a las chicas y para vos un beso de
                                                              Paulina
P.D. Cariños de Adolfo. Puedes escribirme a mi nombre, Poste Restante, Puno, Perú. Estaremos allí alrededor del 20.

Agregado de Adolfo.

Querida suegra:
Aquí entre los cóndores, lidiando con Paulinita, para que acomode el pellejo a estas ásperas alturas americanas. Creo que aprende rápido este duro oficio de la aventura, pero el camino es algo largo. Todavía nos queda mucho por deambular y espero que llegue de ella algo más que los mocasines y los anteojos. Cuente con que (se) la cuidaré. No la dejaré sola en la barriga de los bichos. Ambos esperamos que a nuestro eventual regreso se halle más calma. Tiene mucha vida adentro como para enterrarla en el sillón de los lamentos. Y además, cosas y seres por los que vivir. Cariños a las dos doncellas que restan en la vitrina. Un abrazo.
Adolfo





















Quito, 2 de febrero de 1977

Querida mamá:
Finalmente María del Sol va al colegio. Se la ve contenta y cuando llega me dice: “quiero volver al colegio”, pero cuando la despierto hace un escándalo. Me dice: “andá, ite, dejame tranquila, me quiero quedar acostada”. Me da una lástima bárbara pero la levanto a la fuerza.  Ha sido un gasto de locos esto del jardín. Le pidieron certificado médico y tuve que pagar una vista al médico. Además tiene que llevar una lonchera (especie de valijita con bebida y comida). Fui a La Favorita y le compré una con un termo (¡310 sucres!) y el primer día ya lo traía hecho pedazos. Al día siguiente busqué algo en qué ponerle el líquido y se volcaba por todos lados así que tuve que comprar otra lonchera con un termo forrado en plástico por dentro.  Así los vidrios no se mezclaránn con el líquido ni éste se volcará  en caso de romperse (200 sucres). Además todos los días hay que comprarle algo para llevar. Me doy cuenta de que necesito urgente una licuadora para que lleve jugos. Pues yo le mando esos refrescos o coca pero no es lo mejor.
  Yo estoy bien, aunque me siento muy sola y a pesar del trabajo, bastante intenso, los días no se me pasan nunca. Por lo demás tengo que luchar con los boludos de la Editorial que no se ponen al día con una una plata que nos deben y con la cual debo pagar el alquiler. Claudio me dijo que si esta semana no lo hacen va a poner él solo. Wilson es el mismo tránsfuga de siempre. No sé qué destino le espera a Adolfo en manos de esa gente.
  Los dólares aún no los cambio. Los dejo para cualquier emergencia. A Adolfo quedó en girarle 60 dólares de los de la Editorial pero no me dan nada, así que lo veo muy verde. El pobre se fue bastante en la vía.
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 Mandame las recetas que te pido: albóndigas y pastel de papas. Compré una plancha para bifes (550 sucres). Ha sido una solución pues a la gorda le gusta la carne así y se la devora. La otra no la comía.
 Me siento mucho mejor con el Faradil. Se ve que ese tranquilizante que tiene me sienta pues ya no me duele el estómago. Mandame más.
 En cuanto a la cadenita de oro, yo tengo una medallita también de oro del bautismo de Adolfo que no tiene motivos religiosos. Sólo un angelito y el nombre de él. Creo que María del Sol la puede usar como recuerdo.
Otra cosa: a la gorda le exigen en el colegio certificado de la BCG (antituberculosa). Yo dije que la tenía pero ellas me la piden especialmente. En realidad no se la han puesto pues mi médica de allá no era partidaria. Decile al papá que me mande un certificado de él u otro como que la tiene. Sin perjuicio de esto preguntale si conviene que se la ponga. Dicen que aquí hay mucha tuberculosis y que es necesario. Pero lo mismo quiero el certificado.
¿Qué hacen las chicas? ¿María Inés se fue a algún lado? ¿En serio que María Isabel sigue con el Nacho?  Estará fascinada. Decile que la felicito. ¿Y Serafín viajó al Caribe?
Que me escriban. Yo tengo poco tiempo y ando muy cansada.
Cariños a todos. Para vos un beso de
Paulina
Te manda carta María del Sol.

























Quito, 22 de enero de 1977
Querida mamá:
Parto el martes. Con la ayuda de un amigo terminé de embalar todo. Ha sido matador. Espero que no haya problemas. Este amigo me prestó sábanas y frazadas para dormir hasta que me vaya. Adolfo me llamó: todavía no tiene departamento pero parece contento. Quizá paremos en un hotel los primeros días. No te das una idea de la cantidad de ropa que he desechado pues no me cabía en las valijas. Me da pena María del Sol. Ya se ha adaptado a esto. Espero que nuestro destino no sea el del judío errante. Estoy nerviosa y con bastante miedo. La Susi y su marido han sido muy buenos y me han visitado todo el tiempo. Espero alguna vez poder retribuirles. No tengo otro papel que éste.* Deseanos suerte. Ya hemos sufrido bastante.
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Veremos qué pasa allá. Dicen también que son muy drásticos con los extranjeros.
  Bueno, me caigo de sueño. Te escribiré no bien lleguemos. La Susi viene mañana con su camioneta a ayudarme a llevar las cajas (5) al aeropuerto como equipaje no acompañado a pagar en destino. Allí llevamos sábanas, frazadas, etc.
Un abrazo a todos. Un beso de
Paulina
* Me refiero al papel en que está escrita la carta, un papel de cuaderno.















Paulina






México, 25 de enero de 1978
Querida mamá:
                    Acá estamos, recién llegados. Con Ana María, la hija de la Susy, te mandé una carta.
                   Los últimos días fueron agotadores, lo mismo que el viaje. Tuve que embalar y mandar por avión los bultos, luego hacer las valijas. Bueno, un bodrio. Al llegar aquí no podía con las valijas y tapados, además de la gorda. Casi me muero. Me esperaba Adolfo. Por ahora estamos en un hotel hasta que consigamos departamento o casa, lo que parece no es tan fácil. Esto es medio incómodo, aunque el hotel es lindo, pero el baño es chiquitito y sólo tiene ducha, lo que es un problema para María del Sol que no quiere bañarse. También para lavar la ropa. Adolfo parece contento. Veremos. Aún es muy prematuro para decir nada. México es una ciudad inmensa y llena de negocios, galerías, tipo Buenos Aires, aunque con menos gusto. Pero linda. Por ahora parece que me va a gustar. El clima es más o menos como Quito, aunque anoche que llegué salí en camisa y tenía calor. María del Sol está contenta de verlo a Adolfo. Pero terrible. No pasa un minuto sin hacer una travesura. Cuando veníamos en el avión le enseñé unos volcanes con nieve y decía: “¡Oh, qué maravilla de montañas! En este momento me pregunta ‘¿No estará llorando la Lida en Quito?” (Lida era la muchacha). Después que consiga casa y muchacha veré de buscar trabajo. El sueldo de Adolfo no es mucho, 600 dólares, pero nos permitiría vivir si no hubiera que montar de nuevo todo. Espero no seguir con esta vida de gitanos. Pero estoy más optimista que cuando llegué a Quito. Será que aquello es un poco opresivo. Esto es más abierto, menos triste. Los términos que usan son graciosísimos, por colectivo dicen camión, los choclos son elotes y así. María del Sol va a ser un quemo cuando vaya a Buenos Aires.
    ¿Cómo están ustedes? Contame adónde se fue María Inés a veranear. ¿Adónde le puedo escribir al papá? Si lo ves, decile que me escriba. ¿Vos cómo andás? Cuando llegamos Adolfo había recibido carta tuya. María del Sol me está preguntando : “¿Cuándo va a venir la abuela Chiche?”
  Lo que me alegra es haber dejado atrás toda esa gentuza. Espero que los mexicanos no sean igual.
      ¿Te vas a Mar del Plata con Bernardo? Muchos cariños a todos. Sigue escribiendo a la misma dirección. Y por favor no lo hagas más en ese papel tipo manteca que es ilegible.
Recibe un beso de
                                     


México, 18 de enero/79
Querida mamá: Supongo que habrás recibido mis cartas anteriores en donde te cuento la estadía de Emilia y Adolfo, la visita de Cristina, etc. También nuestra ida a Acapulco. El Sha de Persia se ha comprado allí una mansión. Ya se va a convertir en una vergüenza disfrutar de esas playas. Vinieron también Jorge Rougès (hermano de Emilia), su mujer, Dolores y la chiquita, Loló, que pasan a Disney World y luego al Caribe. Estuvieron casi todos los días con nosotros. Son muy buenos y simpáticos. Yo de Dolores me siento bastante afín. Es un año mayor. Irán a Buenos Aires y ella se quedará unos días más con la chiquita. Me pidió tu dirección para ir a verte. Atendelos porque ellos a nosotros siempre nos han invitado. María del Sol jugó mucho con Loló y también peleó. Me da rabia que a la única que adora y se le haga perro es a la Geli y con los demás es tan peleadora. Pero bueno, ya sabrás vos que los hijos tienen su vida y sentimientos propios.
                      Yo empecé las clases con mucho desgano, Lo único bueno es que los viernes no voy. Pero lunes y miércoles me levanto a las cinco. Eso me mata. Sobre todo me doy cuenta de que el dormir poco me perjudica mucho la vista. Tengo que ir al oculista, pues del ojo derecho veo cada vez menos y a veces me duele.
Aquí se habla mucho de la “medicina electrónica”, que es algo bastante nuevo y no totalmente aceptada por los médicos ortodoxos. Me cuentan que hacen milagros. Curan la miopía, sin operar para nada pues ellos son contrarios a las intervenciones. Me contaron de una señora que tenía glaucoma y se la hicieron desaparecer. Pero lo más asombroso, y esto te lo cuento pensando en la chiquita de Ana María, es que dicen que a los chicos con problemas les renuevan las células cerebrales. Me contaba una compañera que ella vio a una chica sin movimiento, con una vida completamente vegetativa, ir recuperándose hasta el punto de hablar (no normalmente, por supuesto, pero hasta el punto de poder desempeñar un oficio). A un amigo de Adolfo le dieron 6 meses de vida (un ecuatoriano) y de casualidad se enteró de esto. Hace seis años que lo deshauciaron y está vivito y coleando. Contale a la Maruca. A lo mejor pueden hacer algo por Milagros.
      Recibí una preciosa tarjeta de Bernardito. Ya le voy a contestar. También de María Isabel, a la que noto mejor. Pueda ser que encuentre su camino, el que sea, con felicidad. No dudo que formará pareja y todo el dolor por el Nacho quedará definitivamente atrás.
Estoy muy contenta con el próximo casamiento de María Inés. Quisiera mandarle algo. Veré si puedo con Federico y Adela que llegan la semana entrante. Es muy difícil el camino de la pareja, pero ella es muy madura y más serena que yo. No dudo que le irá bien.
                           Adolfo trabajando. Lo llamaron de Londres para invitarlo a dar unas conferencias. Cree que irá, ya que le pagan el pasaje y una parte de la estadía. Sería en febrero. Yo, por mi parte, pienso ir a Europa en Mayo. María del Sol se quedará con la muchacha. Tengo muchas ganas de conocer y me parece que ya es hora de que lo haga.
 Sigo pensando en Julita, sin saber qué nuevas tuvieron. Me dices: “Emilia te dirá su fin.” ¿Es que hubo algún fin? Nada me dijo de ella. Letty me escribe diciéndome: “¿Viste lo de Julita?” Ni una palabra más.
(Se ha perdido el final. Transcribo el final de una carta también incompleta de la misma época)
También te repito que me parece una inconsciencia que hayas suspendido el tratamiento. Tus amigas no son médicas: la artrosis es dolorosa y deforma si no la detenés con tratamiento. No es cuestión de lamentarse cuando  ya sea tarde. Tenés mucho por delante aún. ¿Por qué no andar en el mejor estado posible?
Cariños a todos. Un abrazo
Paulina
Decile a María Inés que saque lo que necesite de las cosas mías en depósito. Es una tonta si no aprovecha. Yo no las uso y me gustaría que le fueran útiles a alguno de mis hermanos. Desde la heladera hasta la vajilla, muebles, lo que quiera. Chau





México, 3 de enero de 1980

Querida mamá:
                           No podés quejarte, pues apenas has terminado de irte cuando ya te estoy escribiendo. ¿Cómo te fue de viaje?  ¿Saliste y llegaste puntual? ¿Cómo encontraste a todos? Nosotros debimos tomar un taxi que nos cobró 180$ pues no había de los comunes.  No bien te fuiste María del Sol comenzó a llorar desconsoladamente por vos. La segunda noche que durmió solita decía: “yo no voy a poder vivir en esta pieza sin mi abuelita” y ahora a cada rato se acuerda y lloriquea. Hoy le dije que le iba a hacer dictado y me contestó: “Mi abuelita es muy buena maestra, ¿verdad?”
Se rompió de nuevo la tele, así que anda todo el día en lo de la Geli o en lo de las chiquitas. El 31 las llevé al parque.
                                                El 31a la noche fuimos a lo del arquitecto Amador ¿te acuerdas? Son los que vinieron para tu cumpleaños. Nos vino bien que nos invitaran porque nos sentíamos muy solos. Es que estábamos desacostumbrados a la soledad después de dos meses de tu compañía. Son muy buenos y amables. La comida era principesca. Nosotros les llevamos ese vino francés que nos regalaron y quedamos muy bien. De vos se acordaron mucho diciendo que eras una señora fina y encantadora.
                                                    Lamentablemente mi comienzo de año no fue del todo feliz, pues el 1ero me agarré un cólicos terribles, con vómitos brutales. Llamamos a un médico del frente que nos cobró 300$ pero me puso calmante y me dormí. A la mañana siguiente, cuando ya Adolfo no estaba, otra vez. Te aseguro que me quería morir pues no aguantaba más. Hice que la muchacha llamara al Seguro pero no contestaban, así que con Sol mandé llamar a la Sra. de Incháustegui. Ella les avisó a unos parientes de la maestra que en ese momento la visitaban y fueron ellos quienes me llevaron. En el Seguro me inyectaron y me dieron unos remedios. Por la tarde fui mejorando. No probé bocado por dos días. El médico dice que es amebiasis. Habrá que hacerse el análisis. Me dio tres días de incapacidad, por lo que creo que empezaré a trabajar el lunes. A la gorda la depertamos el 2 con el consiguiente escándalo para ir a la escuela y la encontré cerrada. También empieza el lunes.
                              Adolfo se fue hoy y mañana a la zona Mazahua. Ayer habló en Culturas Populares con el Director y parece que le darán ahora una carta para Gobernación y a su vuelta lo contratarán. Menos mal. También ahora le van a dar un adelanto importante para la novela que publicará la Editorial Grijalbo. Bueno, aquí parece que siempre seguiré de Cenicienta aunque me alegra que a Adolfo se le reconozca su esfuerzo. Ojalá pudiera yo no ir más a la UNITEC.
                                    La muchacha se porta bastante bien. Fue muy buena en la tarde de ayer y anteayer.
                                       ¿Cómo van las panzas? ¿Para cuándo María Inés? ¿Le dijiste que le escribí tres cartas?
                                            Te envío de regreso una carta de Bernardito para vos que llegó hoy. ¿Le gustó al papá la calculadora?
                                            No tengo más noticias. Haceme las crónicas ahora vos.
                                             Cariños a todos. Un beso para vos.
                                                                            Paulina
Acá hace frío de nuevo y llovizna. Me imagino cómo estarán disfrutando del verano. Mandame con María Isabel una bolsa de agua caliente.    










México, 9 de febrero de 1980

Querida mamá:
Ayer fue un día con premio pues llegaron carta de Adolfo y dos tuyas. Además pude cobrar el giro del papá, lo que me vino como anillo al dedo pues estaba ya con la soga al cuello. Es que Adolfo me dijo que le tenían que pagar un cheque de 20000 $, yo se lo cobraría y con eso pagaría la renta y alguna otra cosa. Pero se hacen negar, no sé qué pasa, la cuestión es que no doy con la persona, lo cual me partió por el eje.
  Te felicito por el nuevo nieto. Estoy chocha y ansiosa por recibir las crónicas detalladas del parto. ¿Cómo es? ¿Cómo se las arregla María Inés? Seguramente también me contarán Adolfo y María Isabel.
  Acá hemos pasado unos fríos crueles, pero por suerte ahora la temperatura está subiendo. Yo no ando bien, cuando no es una cosa es otra. Estuve con gripe. No tengo parásitos, ni María del Sol. No me explico qué pueden haber sido esos cólicos que, por otra parte, no se me han ido del todo. Hay días en que me tienen muy mal y molesta. A la gorda le hice también los análisis de la garganta y dicen que ya no hace falta la penicilina pues aunque tiene ese estreptococo está en el límite de lo normal.
  Yo me siento un poco sola. Sobre todo que aquí no he encontrado amigas con las que realmente me pueda identificar. Hoy iré con Rosario y Miguel y una amiga de ella argentina a ver un quinteto que interpreta a Piazzola. No sé, no tengo muchas ganas. Estoy contenta con el taller. Me permite alternar con gente que está en lo mismo que yo. El auto mal como siempre. Me dice Miguel que lo venda y compre otro, pero tengo miedo que con lo que me den no me alcance.
  María del Sol mejora de a poquito en la escuela. Estaba chocha con tu carta pero como no le salía la palabra también y yo la ayudé le dio un ataque de rabia y la rompió ¿qué te parece?
  En el trabajo igual. Es que no me brindan la más mínima satisfacción, más bien creo que contribuye a deprimirme.
   Estoy de nuevo a dieta pues pesaba 58 kilos ¡qué bárbara! Suprimí el pan pero me muero de hambre. Además la cara se me viene abajo, me pongo pálida y se me notan arrugas. Como ves mi ánimo no es hoy muy resplandeciente.
  Quiero pedirle a María Isabel, si ésta llega a tiempo, un disco o cassette de Falú. También zapatos para María del Sol pues los negros de la escuela se le hicieron bolsa y tuve que ponerle los marrones, lo cual acabó con ellos. Te pongo la medida. Que no se olviden de las otras cosas. No tengo más noticias. Me hará bien estar con María Isabel, después de este mes y pico de soledad.
Un beso y cariños a todos.  








México, 31 de enero de 1980
Querida mamá:
Como verás, te escribo en cualquier papel pues estoy en la UNITEC y pedí a una alumna. Me quedé intrigada el otro día con ese llamado, más que no he recibido ninguna carta de Adolfo. Supongo que ya habrá llegado y estará feliz en su tierra. Dichoso de él que disfruta del verano. Acá ha estado cruel, cruel. Un viento helado, nevó en los alrededores y los volcanes se ven cubiertos de nieve. Mucha gente se fue a la sierra. Yo de tonta no fui.  A María del Sol la hice faltar un día. Me daba mucha pena que tomara tanto frío. Está mejorando en la escuela. Va una vez por semana a la tarde como si fuera una clase particular y no me cobran. Por ahí yo la siento en su pieza solita tratando de leer. Crece a pasos agigantados. La noto enorme. Es una coqueta. Se pasa el día mirándose al espejo.
Ando de nuevo con el calvario de la muchacha. Marta me comunicó que se iba pero como estoy sola le he tenido que rogar que espere a conseguir otra. Han venido algunas, pero luego no aparecen. El sábado se anunció otra. Pero ya no la aguanto más a ésta. Se cree que me está haciendo un favor y no me contesta, no limpia ni lava, tiene unos humos que dan ganas de matarla. Además me ha robado y yo encima teniendo que pedirle que se quede. Me pone muy mal esto.
  Con el auto de nuevo mal. Pedí un préstamo para arreglarlo. Le cambié las luces y la batería. Me salió 3000 $ y ahora de nuevo no anda. Dicen que son las bujías y me salen otros mil. Ya no gasto un centavo más en él. Así que ando en la lucha con los camiones. El vecino de abajo (el de la mujer que vende fantasías ) me dice que lo cambia por uno suyo, volkswagen también, que es antiguo y que está nuevo y anda perfecto. Yo le tendría que dar además diez mil. Pero no los tengo, aunque me convendría. Acá todo sube a pasos agigantados. Ya nada alcanza. Mi sueldo bajó y Adolfo sin trabajo. Ojalá no nos veamos tan apurados y cuando venga lo contraten en la SEP. Estoy hablando con un amigo de él, ese mazahua, para ir a Toluca a dirigir un taller literario. Será una vez por semana. Ojalá salga.     ¿Cuándo llega María Isabel? A mí me parece que le convendría traerle el abrigo a Adriana. Aquí le darán la plata, supongo. Avisen con tiempo.
   Recibí carta de María Inés. Ya le falta poco. Ojalá todo salga bien. Lo más importante es que ella esté tranquila y no tenga miedo.
  Que Adolfo o Chabela me traigan mi poncho. También la Biblia, que ha de estar en una de mis bibliotecas y Qué es la literatura de Charles Du Bos. Si pudiera ser, alguna camisa linda y pantalones.
  No tengo más noticias. Lo extraño a Adolfo, pero me hacía falta estar sola.   Yo siempre he sido muy personal y desde que me he casado siento que he perdido mi intimidad. Avisame si se porta mal. Yo creo que él no me valora como debiera. Si me pierde tendrá que caminar mucho para encontrar otra como yo, si es que hay alguna. ¿Qué modesta, no?
Contame del papá. Hace años que no da señales de vida.
   A Corina la llamé una vez, pero inmediatamente me pidió que fuera al Monte de Piedad a renovarle un anillo a Nancy (esa amiga chilena que te nombré), que le había escrito a ella.  Yo le dije que no podía, pero ya le disparo como a la peste por lo aprovechadora que es.
Escríbanme. Cariños a todos.

No te olvides de mandarme los negativos cuando los saques. Contame qué hace Adolfo. Hoy hacen 11 años que murió Pepe. Me he estado acordando de él toda la mañana. Pobrecito.










México, 7 de enero de 1980
Querida mamá:
   Te mando la carta de Cototo que hoy llegó para vos. Quizás te interese conservarla pues (la leí) es muy emotiva y cariñosa. Ayer te eché una carta así que no hay nada que agregar, salvo que hoy en el metro me robaron la billetera con 700 $. No sabés la amargura. Eran para el regalo de la gorda y otras cosas. Tendrás que mandarme una billetera nueva. Estamos en los preparativos del cumpleaños, que será en el kinder Wendy (donde iba antes). Ella está chocha, aunque me contó que hoy lloró en la escuela “porque me acordé de mi abuelita”.
   Hebe me escribe diciéndome que vendrá en marzo. Que si yo no la recibo igual se larga. Le contestaré que se viene María Isabel, pero ¿si ya no está para cuando ella venga? Realmente no tengo el más mínimo interés en hospedarla. Mi vida es muy ocupada y no puedo sacrificarme por alguien que no significa demasiado para mí.
  Adolfo parte el sábado. Será un largo mes de soledad e inquietud por su suerte.
  El auto como la mona. Debo cambiarle la batería 1000$, más las luces 1500. Quizá pida un préstamo, aunque yo lo reservaba para lentes de contacto. Todo ha subido horrores con el IVA. En la CONASUPO no lo cobran, así que compraré allí lo más que pueda. Por eso han arreciado los robos y los asaltos.
  Bueno, después te hago las crónicas. También llegó para vos y para mí una tarjeta de Cristina. ¿Cómo sigue la chiquita?
Espero que escribas pronto.
Un beso



México, 14 de marzo /80

Querida mamá:
Te escribí una carta que pensaba mandar con María Isabel pero la perdí, o sea que va ésta en su lugar. Estoy en clase, esperando que los alumnos terminen un trabajo.
  Hoy se va Chabela. Me da mucha pena que haya estado tan poco y que yo, con todos mis problemas domésticos y el trabajo casi no haya podido acompañarla. Se ha movido bastante sola y con mucha soltura. El fin de semana fuimos a Acapulco y parece que le gustó mucho. Está muy linda y estoy segura de que sus cosas se van a arreglar. Ella debe tener más confianza.
  Yo estoy bien, salvo los pequeños dramas cotidianos que Chabela te contará. Hace un calor de 30 grados y estamos sin agua, escasea en todo México. También se fue la muchacha y no consigo otra. Pongo el cartel y me lo sacan. Adolfo sigue sin trabajo. Ha tendido varias líneas pero aún no se concreta nada. Esto también es bastante angustiante. Me siento cansada, como dando vueltas en una calesita que no para nunca.
  Ma. Del Sol chocha con la tía. Ha progresado bastante en el colegio. Lo que le cuesta más es la escritura. En el boletín de calificaciones sacó EXCELENTE en lectura, Ciencias Naturales, Geografía, Comportamiento y Esfuerzo y cooperación. Esta vez no trajo ningún insuficiente.
  Llegó Hebe y sólo pude llamarla por teléfono pues me iba a Acapulco. Ella se va este fin de semana y el 18 sale a Miami, tendré que llamarla hoy o mañana, aunque tengo la casa inmunda por los problemas antes citados.
  Háganme las crónicas de los sobrinos. ¿Cómo es Tomás Enrique? En cuanto me normalice le voy a contestar la cartita que nos escribe Esteban y a escribir a Bernardo y familia.
  María Isabel va cargada de ragalos. Nosotros la hemos retado lo que gasta tanto. Ella no se conforma con cualquier cosa.
  Ya les llevará mis noticias. Estoy bien. La única angustia que tengo en este momento es por el trabajo de Adolfo y la falta de muchacha. Así que no hay por qué preocuparse.
  Cariños a todos. Al papá que no sea miedoso y que se opere. No puede andar así. Ya le escribiré también. Un abrazo.














México, 25/3/80
Querida mamá:
   Me imagino que ya tendrás noticias frescas de nosotros por María Isabel. ¿Cómo llegó? Yo estuve muy contenta con su compañía pero no la pude atender del todo como hubiera querido. Además me quedé sin muchacha y la pobre tenía que llevar y traer a Ma. Del Sol, etc. Gastó mucho en regalos. Es loca. ¿Qué te pareció el vestido? ¿Ya se fue  San Luis?
  Gracias por el giro para Adolfo. Vos sabés que eso siempre viene bien, pero no deben hacerlo, salvo que nosotros les pidamos. Y eso si pueden. Ustedes ya nos ayudaron mucho y ahora deben disfrutar ustedes.
  Al papá le voy a escribir en estos días. Adolfo todavía no tiene nada concreto. Esto lo pone muy tenso y agresivo. Yo trato de entenderlo, pero me parece que tiene poca resistencia a las frustraciones. Lo han jodido mucho con un libro que le publicarían en Grijalbo, firmó contrato y todo, habiéndole prometido la editorial un cheque de 1000 U$A. Pero ahora lo esquivan, se hacen negar, en fin. Total que lo privaron de una entrada con la que él contaba, sin hablar de los manoseos.
  Estoy a punto de terminar el cuatrimestre. Para el próximo renunciaré al medio tiempo y tendré 16 horas en dos días solamente.  Me conviene. Los viernes iré a la zona Mazahua a un taller con los indígenas. Son 5000 $, además de que va a ser una experiencia linda. Estas vacaciones todavía me las pagan,  pero en las próximas ya no va a ser así.
  Ma. Del Sol tiene 15 días de vacaciones a partir de Semana Santa. Hace mucho calor y estaría lindo para irse. Pero no vamos a poder. Además que para esa época la ruta es muy peligrosa. Hay miles de muertos.
  Ma. Del Sol se acuerda mucho de María Isabel. La pobrecita se pasa el día leyendo todo lo que encuentra. Hace grandes progresos. La maestra dice que su adelanto es notable.
  Me compré, a crédito, una máquina de escribir. Estoy chocha. Me hacía mucha falta.
  ¿Viste lo del Arzobispo de El Salvador? Es un mártir. Lo mataron por denunciar las injusticias contra su pueblo.
  Hace mucho que no recibo cartas. Escriban. Contame de los Benjamines de la familia. Cariños a todos. Un abrazo.
Paulina
Todavía no pude mandarte la carta. La muchacha me duró una semana. Me pidió 500 $ prestados y ya no volvió. Me arruinó ese pullover gordo que me llevaste a Ecuador, lavándomelo sin que nadie se lo pidiese. Además ayer me quise poner una blusa muy linda y no está. Creo que la ladrona era Marta, ésa que vino cuando vos estabas. No sé ya qué hacer con este problema de la muchacha.
  Hebe estuvo por aquí. Parece que dijo a todo el mundo que paraba en casa. Pero según ella con el tipo no pasa nada. En realidad no le da ni cinco pues no la acompaña a ningún lado.
  La semana que pasó llegó Nancy, esa chilena que te nombré alguna vez. Se me vino a parar acá. Yo ya no daba más con tanto ajetreo.  Parece que se dio cuenta pues hoy vino a decirme que encontró otro lado adonde ir.
  En la UNITEC nos mandaron una circular diciéndonos que había llamadas a Argentina. Todos tuvimos que firmar y quedamos como el traste. Había mucha bronca entre los argentinos. Pero uno de ellos investigó y la autora resultó ser ¿Sabés quién? Nada menos que la Catita. Le importó un comino que nos acusaran. Luego llegó otra circular diciendo que las llamadas habían sido cubiertas, pero no dando el nombre ni pidiéndonos disculpas. Si hubiera sido otra persona le sacaban los ojos. Pero como vino de ella todos se hicieron los zonzos y se quedaron mudos.
  Parece que Adolfo podría trabajar en el suplemento cultural de UnomásUno, el diario de aquí. Tiene que contestar mañana. Lo embromado es que tendría que ir los sábados. Ojalá diga que sí.
  Este departamento se vende no más. Tenemos ganas ya de conseguir algo con teléfono. Es terrible tener que bajar a cada rato y que por lo demás nadie pueda llamarlo a uno.
  Bueno, se me acabó la cuerda. Le escribiré también a María Isabel, pues mañana es su cumpleaños.




















México, 7 de abril de 1980

Querida mamá:
                    Hoy recibí, con bastante atraso, dos cartas tuyas. Dice Adolfo que cuando el cartero se las dio a María del Sol, ésta las besaba mientras subía las escaleras. Es muy tierna la pobrecita. El otro día, para Semana Santa, me despertó de la siesta llorando a sollozos porque había visto una película de Jesús por la televisión.
                  He seguido con el drama de la muchacha. Venían un día y después se iban. Acabo de tratar a otra que quedó de venir por la noche. Ojalá venga porque Adolfo tiene que viajar a Guadalajara y no tengo con quién dejarla a la gorda. La semana que viene termino el cuatrimestre pero con el medio tiempo no tengo vacaciones. A partir del próximo lo renuncio y voy a ir sólo dos veces por semana (martes y jueves ) que van a ser cansadores pues he acumulado en esos días ocho horas de clase por vez, pero me quedan los otros días de clase para mí.
                Los viernes voy a la zona Mazahua, al taller con los indígenas. Son 5000 $ por mes. Empiezo este viernes, lo que me tiene muy nerviosa. Adolfo consiguió trabajo en Guadalajara, una vez por mes, una semana. Se trata de un programa de pesca para los indios huicholes, del departamento de Pesca. Con eso y otra entrada por unos trabajos con los mazahuas, podrá ir tirando. Habla mucho de irse a España. Yo no lo veo.
               Acá han hecho unos calores de morirse pero ahora llueve todas las tardes. Parece estar adelantándose la temporada de lluvias. Eso me pone un poco nerviosa para manejar pues se producen unos embotellamientos que no sabés.
            Tengo muchas ganas de conocer a los nuevos sobrinos. A propósito, quizás vaya no más en agosto, que coinciden mis vacaciones con las de María del Sol, aunque como te decía, no me gusta el frío de Buenos Aires. Hay tiempo. Te avisaré.
             Te escribí hace dos días así que no estoy muy noticiosa que digamos. El sábado hicimos un asalto con los del taller. Estuvo lindo. A Adolfo y a mí nos hace falta mayor contacto con la gente, pero ando cansada y sin guita, por lo cual no podemos llevar mucha vida de relación.
           ¿Cuándo vendría Letty? Sería bueno reencontrarse. Pero nuestras ideas son distintas y temo que ése sea motivo de choque. No para mí, que conozco las de ellos, sino para ella.
              Ando viendo de publicar mis poemas, pero sin teléfono es difícil conseguir a la gente.
               Cariños a todos. Un beso.


















México, 19 de abril de 1980

Querida mamá:
                          Esta semana ha sido realmente un loquero para mí y no he tenido un minuto para escribirte. Tampoco para nadie a los que debo carta, entre ellos María Isabel y María Inés.
                         Estuve con exámenes, dentista, gente que vino de visita, etc. Así que hoy sábado no he salido a ninguna parte y aprovecho.
                          Ya empecé a ir a la zona Mazahua. Voy los viernes a un pueblito, Santiago Cuauchachitlán. Es un pueblo alfarero, precioso, entre montañas, con un silencio reconfortante, ruidos de campo, etc. Pero el viaje es largo. Para llegar a la 4 de la tarde debo salir a las 10 y 30 de la mañana. Llego de vuelta a las 11 y 30 de la noche. Ayer estuve esperando el ómnibus bajo un aguacero torrencial, sin ninguna protección. Después de media hora pasó un taxi que me llevó a un pueblo cercano y de allí, tras una hora de espera tomé el ómnibus para México. Llegué empapada, ca-lada hasta los huesos. La muchacha (Adolfo no está) con mala cara, que no está acostumbrada a trabajar hasta la media noche, dice. Ya no me animo a salir a ninguna parte. Son tan susceptibles. Por lo demás es mejor que las otras y María del Sol la quiere. Siguiendo con los Mazahuas, me habían dicho que me pagarían 5000 $ pero luego Julio Garduño se echó atrás, ofreciendo sólo 2000. Es demasiado sacrificio para tan poco. Adolfo habló con él y dice que este mes serán 3000 y que para el otro “tratará” de pagarme 5000. Si no es así no voy a aceptar.
                          Renuncié al medio tiempo en la UNITEC por lo que tendrá vacaciones en agosto, junto con Sol. Podría ir entonces a Argentina. Me están entrando ganas. Hoy, cuando se despertó, Sol me dijo: “Tengo muchas ganas de ver a la abuelita Chiche”. Sólo que me da no sé qué ponerlos en tanto gasto.
                            Adolfo inició su trabajo en Guadalajara, una vez al mes. Tiene que andar en avioneta por la sierra y eso me parece peligroso. Llega el miércoles o jueves. Anda buscando algo más para reforzar, pero aún no tiene nada seguro.
                             Acá parece que han comenzado las lluvias, después de unos calores bestiales. Todos los días amanece nublado, lluvias y bastante frío.
                             Hace unos días le escribí al papá. ¿Recibió mi carta? ¿Cómo anda?
                              A Rosario le regalé unos suéters que a María del Sol no le entraban, así como el anorak antiguo y estaba chocha. Yo pensaba en los sobrinos, pero es imposible ir tan cargada a Argentina.
                             María del Sol bien, aunque le ha vuelto la tos. Esta semana la voy a llevar al médico. Tanto Adolfo como yo estamos yendo al dentista que no sale un huevo (perdón por la expresión). La muchacha no acepta nuestra comida y se hace la suya propia, lo que grava también el presupuesto.
                            Bueno, escriban. Cariños a todos. Un beso grande

                                                                                         Paulina

PD. ¿Viste que murió Sartre? Yo lo he sentido mucho. Es un testigo lúcido de este siglo.
                                                                Chau

Le mando a Horacio esos poemas para la Revista. ¿Sigue saliendo? Curiosamente, se llama Donde habite el cangrejo.*


*Referencia a mi primer libro de poemas, titulado: Donde habite la luz
















México, 29 de abril de 1980

Querida mamá:
                           Te mandé el viernes una carta y hoy, lunes, vuelvo a escribirte. Ayer Ma. Del Sol amaneció con mucha fiebre. La llevé al Seguro y parece que tiene una infección a la garganta. Ahora está con penicilina. Mañana es el día del niño y debe ir disfrazada pero ya no quiere que la vista de pastora. Creo que con un camisón mío y con una cartulina forrada le inventaré un disfraz de hada. Me tiene harta esta vaina de los disfraces, sobre todo en esta época, en que uno anda tan ajustado de guita.
                         Ya empecé con el taller en la zona Mazahua. Voy los viernes, pero el viaje es largo (tres horas) y me quedo... (Incompleto)
























17 de mayo/80

Querida mamá:
                            Ayer, después de un mes de silencio, llegaron dos cartas tuyas, una para mí y otra para María del Sol, con los kalkitos. Yo te escribo muy seguido pero no sé qué pasa. No tengo muchas noticias. Gracias por el cable para Adolfo. Y también por el giro. No sé por qué se ponen en esos gastos. Se preocupan demasiado por nosotros que, al fin y al cabo, siempre nos arreglamos. Lo que no dice el cable es por qué banco viene. De los padres de Adolfo ni noticias. La última carta de Adolfo padre, hará un mes, decía que esa semana internarían a Adela para hecerle la cesárea con la que tendría su cuarto hijo. Después nunca más, así que no sabemos qué pasó.
                            Yo he andado muy jorobada del coxis. Quizás colaboró el calor espantoso que hizo días atrás y los viajes que hago a la zona Mazahua. Pero ya arreglé ir dos veces por mes, de cuatro horas cada una. Así será menos pesado. El lunes empiezan las clases. Renunciaré al medio tiempo, porque lo que se ganaba era lo mismo que por horas y no tenía vacaciones. Así que este cuatrimestre iré martes y jueves de 7 a 3 de la tarde. Esos días serán cansadores, pero me quedan cuatro días completos para mí.
                        María del Sol termina ya sus clases. Ha progresado bastante. Éstas son las notas de abril: lectura, EXCELENTE. Escritura, EXCELENTE; Matemáticas, BUENO. C. Naturales, REGULAR. C. Sociales, EXCELENTE. Geografía, BUENO. Hábitos Personales, MB. Artes Plásticas, EXCELENTE, etc. Acabo de ir a su cuarto y veo que ha pegado todos los kalkitos en el closet. Nos van a matar los dueños.
                          El auto sigue en el taller: me cobran 5000 $ por arreglarlo. Yo no sé qué hacer. Si supiera que los pago y ya no tengo más problemas lo haría, aunque sea pidiendo un préstamo. Pero ya veo que todos los meses voy a seguir desangrándome. Lo malo es que para entrar a las siete lo voy a necesitar.
                         Una última noticia. Hemos estado hablando con Adolfo. Él quiere que vamos a pasear juntos a Europa. Creo que con lo que va a ganar estos meses va a alcanzar. Para esto yo haría lo siguiente: pido licencia en la UNITEC (María de Sol ya estaría de vacaciones) y a mediados de julio me voy a Argentina (quizás pase por Brasil, no es seguro); me quedo un mes y de ahí con la gorda nos vamos a España en donde nos encontraremos con Adolfo. Pasaremos un mes y regresamos para el comienzo del cuatrimestre mío y las clases de María del Sol. ¿Qué te parece? Queda por averiguar si puedo viajar con ese descuento que les hacen a los maestros del 50 % en cuyo caso, la plata que me manden para Argentina, si no se oponen, puede ayudar a financiar el viaje a Europa. Contestame rápido qué piensas.
               ¿Cómo están todos? ¿Letty sigue en Argentina? Cariños y no sean vagos: ESCRIBAN. Un beso

Van los negativos del cumpleaños de Sol y una cartita de la gorda.
                     






México, 7 de junio de 1980

Querida mamá:
                           De nuevo estoy con el problema de la muchacha. Le pagué y desapareció. En el fondo me alegro porque tenía una cara de mala que me causaba terror. Me tenía dominada, no le podía decir nada. Hoy fui al mercado de Coyoacán donde hay una mujer que consigue. Sólo tenía una con un bebé de dos meses. No tuve más remedio que aceptar. Mañana debo ir a buscarla y pagarle 200$ a la mujer.
                           María del Sol empieza mañana los exámenes de fin de curso. Mañana tiene matemáticas. He estado repasando con ella y me parece que anda bien. Vamos a ver. El 27 termina las clases. Te mando una foto de ella el día de la madre, disfrazada de soldado inglés. Me gasté como 500 $ y toda una tarde haciéndole ese dichoso sombrero. Esta mañana la llevamos con Adolfo al cine a ver El fantasma de Barbanegra. Se ha reído como loca.
                         Este mes hemos andado con el cinturón ajustado porque a Adolfo no le pagan aún en ninguna parte. Esta semana irá a Guadalajara y parece que se pondrán al día. El giro vino de perillas, pero no por eso tienen que vivir ayudándonos. Arreglé para ir a la zona Mazahua cada 15 días. Voy el sábado a las cuatro de la tarde, me quedo allá esa noche, vuelvo a dar clase el domingo a las 8 y 10 y me vuelvo a México. El viaje a Europa me parece aún medio verde pues nuestras finanzas están mal. Pero como Adolfo es terco como una mula no dudo que lo hará, aunque tenga que irse solo. De allá todos nos escriben que se está muy mal. No sé. Adolfo es muy capaz y no dudo de que en cualquier lado encuentre ubicación. Muchos de los que se han ido no tienen casi estudios. Pero de todos modos...(El resto se ha perdido).
30 de junio del 80

Querida mamá:
                           Hace años que no llega carta tuya. Me parece que escribes menos, porque antes venían todas las semanas.
                           Días pasados me hablaron de Varig para decirme que ya estaban los pasajes. No he ido aún a retirarlos pues no tengo dinero. Hay que pagar por lo menos 30 dólares. Esta semana quizás pueda.
                             María del Sol terminó sus clases, con un promedio general de 8. Pero dice que extraña su escuelita, así que pienso ponerla en el curso de verano, aunque deba pagar. No quiero que pase sus vacaciones sola y encerrada. Está ilusionada con su viaje a Argentina. Le hace falta estar con sus primos, tíos y abuelos.
                            Este fin de semana fui al Centro Mazahua y la llevé. Estaba feliz, corrió y jugó mucho. Ahora dice que le duele la barriga y se toca por el lado del apéndice. Esta tarde la llevaré al médico. En cuanto a mis idas allá, ya decidí ir solamente julio y luego dejar. Es mucho sacrificio, para que después vaya un solo alumno. Me tengo que quedar a dormir allá en las incomodidades y  ya no me da el cuero.
                          No sé exactamente la fecha de mi viaje. Creo que será alrededor del 8 de agosto. Tampoco sé si pasaré por Brasilia como pensaba, pues hace como dos meses que le escribí a Letty y no me ha contestado.
                          Adolfo anda mejor de ánimo, quizá se le arregle lo del trabajo en Guadalajara. Ojalá, porque la falta de guita nos pone histéricos a los dos. No sabés lo caro que está todo. Yo creo que igual que allá. Y a mí hace dos años que no me han aumentado un peso.
                          Días pasados fui con Mario y Corina al teatro a ver a Osvaldo Pugliese. Me emocioné mucho. A mí nunca me gustó el tango, pero ahora sentirlo lejos de la patria me hace llorar. Cantaban Garufa y me acordé del papá que también solía cantarlo.
                           A María Isabel no he podido escribirle. Vivo a las corridas. Trataré de hacerlo en estos días. Tengo muchas ganas de verlos, de conocer a los sobrinos nuevos. ¿Ya están mejor?
                           Escriban. A María Inés le escribí hace tiempo y no contestó, lo mismo Bernardo, aunque de él ya ni espero.
                           Cariños a todos. Para vos un beso de
                                        Paulina.


PD. Cuando vaya a Buenos Aires no pienso ver a tanta gente como la vez anterior. Vos sabés que yo soy más bien solitaria y ese estar todo el tiempo pendiente de comidas e invitaciones me pone mal.
                       El otro día le canté a María del Sol el canto de los primos y mientras se lo iba cantando me preguntó: ¿Y a qué hora me toca a mí? Como yo siempre le contestaba más adelante, le dio un ataque, diciendo que ella quería ser la primera. ¿Recibiste la carta que te mandó? Yo también te envié los negativos de su cumpleaños y una foto de ella disfrazada de soldadito. No me has acusado recibo.
                                     Mis suegros le mandaron a Adolfo para su cumpleaños un giro de 200 U$A adentro de una carta. Ya termina junio y ni noticias. Lo deben haber robado.


México, 18 de junio del 80

Querida mamá:
                          Acá estoy, de nuevo con el problema de la muchacha. No consigo. Está, parece, la cosa muy difícil. Corina me trajo una y quedó de venir al día siguiente, pero no apareció. Yo estoy agotada, no tanto por el trabajo que supone la casa, como por la tensión de atender todas las cosas a la vez.  Adolfo estaba en Guadalajara y yo debía irme a trabajar a las seis. Así que hice faltar a María del Sol y la dejé solita durmiendo. Arreglé con la madre de Carmelita que cuando se despertara ella solita se vestiría y subiría. Así lo hizo. Menos mal que tengo esa ayuda, pero no puedo vivir jorobando. Mañana tendría el mismo problema si no fuera que Adolfo adelantó la vuelta. El cartel me lo sacan sistemáticamente.  La vuelta de Adolfo se debió a que ese trabajo no funciona. No le pagan, no hay contrato, está en el aire. Así que ahora de nuevo con el problema.  Está haciendo unos trabajos para los mazahuas pero le pagan puchitos. Además eso no sirve para la visa. Yo no quiero indagar mucho pues no sé en qué condiciones está ahora en ese sentido.
                                El auto volvió a tronar. Ayer se me quedó en medio de la calle. Provoqué un embotellamiento, me tuvieron  que empujar unos muchachos que pasaban. Ya estoy harta y no tengo ganas ni plata para gastar en arreglarlo.
                               Como ves esta semana está siendo muy desalentadora. Trato de no amargarme pero en realidad lo que tengo es un gran cansancio de vivir tan precariamente. En estas condiciones no me parece viable el viaje a Europa, por lo menos por ahora. Yo también, contra todo razonamiento, tengo ganas de irme. Es que nada ayuda acá. Vivimos muy solos y aislados, sin amigos ni gente que nos aprecie. No sabés cómo se siente la falta de contacto humano.
                          María del Sol amorosa, cada vez más grande. Ya terminó con sus exámenes. En Lectura sacó 9, Matemáticas 9, Ciencias Naturales 9, Escritura 7. Aún no le dan los resultados de las otras materias, pero ya pasa a la primaria. Dice la Directora que los tiene asombrados a todos con sus progresos. Que es la que mejor lee. ¿Recibiste la foto de ella que te mandé, disfrazada de soldadito inglés? El 27 termina las clases. No sé si mandarla al curso de verano, temo que se aburra en la casa. Allá los hacen pasear todo el tiempo.
                            Acá hay una sequía espantosa. Se la ha declarado catástrofe nacional. La siembra se está perdiendo, miles de reses muertas. En casa tenemos problemas de agua. No sube. Y parece que van a empezar a racionar la luz. Una pinturita.
                           ¿Cómo andan los sobrinos? Nada sé de los más chiquitos y sus progresos. Las cartas llegan cada muerte de obispo.
                         Llevé mi libro de poemas a una Editorial que recién comienza. Dicen que me lo publicarán pero recién para fin de año. Me saldrá 9000 $. Vamos a ver qué pasa hasta esa fecha.
                         Estamos en un verano furioso. Como no llueve hace mucho calor, sobre todo a la siesta. De noche refresca un poco, como siempre.
                         Bueno, no tengo más noticias. Mejor dicho lamentaciones, ya que ése es el tono de la carta. Esperemos que para la próxima mejore el panorama.
                              Cariños a todos. Un beso para vos
                                                                  Paulina







México. 3 de julio /80
Querida mamá:
    Esta es la segunda carta de la semana, pero de allá nada. Pareciera que se los ha tragado la tierra. En tu última me decías que estabas en San Luis. Supongo que ya habrás vuelto. Me alegro que María Isabel esté más animada. Ojalá encuentre lo que quiere. El papá también escribió la semana pasada. Dice que no quedó muy bien de la operación. Esto me dejó preocupada. Yo ya estoy preparándome anímicamente para  viajar, aunque no materialmente pues acá hace calor y no tengo tiempo ni ganas de reacondicionar la ropa de invierno. Tendría que acortarla a toda ya que es a media pierna y ahora se usa Chanel.
  Como te contaba, María del Sol ya empezó sus vacaciones, pero dice que “extraña su escuelita”, así que la voy a poner nomás en el curso de verano, a pesar del gasto. Te ha escrito ya dos cartitas y no has dicho ni contestado nada.
  Creo que viajaré no más en agosto, a partir del 8. No sé aún la fecha pues mis clases terminan el 19 pero trataría de irme una semana antes pidiendo permiso. Ya les avisaré. No sé qué hacer con Letty pues no me ha contestado y no me animo a largarme así nomás. Le voy a escribir de nuevo.
  Adolfo más o menos. Está muy deprimido y quiere irse a toda costa. Le fallaron (por lo menos hasta ahora) unos trabajos que tenía y anda sin un peso buscando otra cosa, pero siempre changas. Él quiere volver a Argentina pero a mí me aterra pasar otra vez las penurias que pasé allá: sin laburo (el de la Radio no podía llamarse tal) sin vivienda, etc. No. Me resisto. Están ustedes y sería lindo volver a estar juntos pero no a ese precio, y menos que nos vivan ayudando. Dice Adolfo que cuando yo me vaya a Argentina, él partirá a España a investigar el terreno. Yo no sé. Me siento muy cansada, sin nada en donde asirme, resbalando en el tiempo y en el espacio.
  Hoy volvía del trabajo en un pesero y me puse a escribirte el poema que te adjunto.
  Bueno, no tengo más noticias. Cariños a todos. Un beso para vos.
                                            Paulina

                   













México, 7/10/80

Querida mamá:
  Ayer recibí tu primera carta. Me da pena que extrañes tanto. Tratá de salir, de tener amigas. Además podés ir a lo de tus hijos y hermano. No seas tonta.
  Yo estoy bien. Todavía tengo dinero y eso impide que decaiga. Yo creo que los problemas económicos son de los peores. Para colmo soy una pobreta y si no los hubiera tenido a ustedes ya la realidad me habría desbordado.
  María del Sol anda bien en su escuelita y contenta. Las notas de los pocos días que estuvo fueron: Ortografía 7, Lectura 10, Matemática 9, C. Sociales 9, E. física 10, E. Artística 10, Cultura Musical 10, Dibujo 10, Aseo y Orden 10, Conducta 8. Aprovechamiento 9,3. Como ves, no se queda atrás de las notas que sacaba yo.
  Me hizo bien charlar con ustedes y ya te habrá dicho el papá lo que le conté a él y no a vos por falta de tiempo. Ayer recibí dos cartas de Adolfo. Está en Barcelona hasta el 15 en que vuelve a París par esperar la contestación de si entra o no en la UNESCO. Dice extrañarnos mucho y que quiere vernos cuanto antes. Pero yo ahora no tengo ganas de ir a Europa. Veremos qué decido. Si me quedo acá será en una posición solvente como para llevar un tren de vida más o menos pasable. A la Argentina tampoco quiero volver, por ahora. A mí la soledad no me joroba. Al contrario, siento necesidad de estar un tiempo sola. Bueno, ya sobre la marcha decidiré.
  Mañana voy a ir con una amigo a Mc Graw Hill, una editorial muy importante, en donde dicen buscan correctores. Lo del secretariado no lo agarré. Era un trabajo de negros de 8 de la mañana a 7 de la tarde con dos horas para comer, que no me dan tiempo para venir aquí. No quiero que María del Sol se quede tirada todo el día.
  Me olvidé de decirle al papá que dé la conferencia. Ya falta poco, espero que se anime y le vaya bien.
  Conseguí una muchacha bastante buena, aunque chica (15 años ), pero hace bien las cosas y es buena con María del Sol.
    Recibe un beso de tu hija
                                             Paulina







México, 12 de noviembre de 1980

Querido papá:
                           Me acuerdo de que el 26 es tu cumpleaños y quiero que mi felicitación te llegue a tiempo. ¿Cómo andas de ánimo y salud?
                         Por los llamados telefónicos estás al tanto de nuestras noticias, así que no hay mucho más que decir. Estoy en tratativas para cobrar el premio de Adolfo, pero acá todo es como el suplicio de Tántalo. Ahora el presidente del Centro Asturiano (Institución que otorga el premio) está fuera de México. Hay que esperar que vuelva. Como necesito autorización de Adolfo llamé a París a un número de un amigo y al día siguiente me llamó él. Dice que no ve muchas probabilidades de entrar en la UNESCO y que si para estos días no encuentra nada concreto se volvería. Me esperará, de todos modos, hasta el 20. Si hasta esa fecha no ha cobrado no po-dré hacer el viaje. Él dice que está muy triste y lloró un poco. Pero yo no tengo la culpa de que se haya ido. Además, me da mucho miedo de que vuelva puteando contra México. Quiere irse o que nos vamos a Argentina. Pero en mi viaje comprobé que allí no podríamos hacer absolutamente nada. No sé, ya estoy harta de levantar y poner casas. Necesito estabilidad en todos los órdenes. Estos viajes de Adolfo me hacen mal. Parezco una viuda, siempre sola, esperando. Yo así no voy a seguir. Realmente todo esto (aún comprendiendo las razones de Adolfo) me ha afectado. He tenido el amparo de ustedes, es cierto, pero el de mi marido qué. Y no es que yo sea dependiente, pero a vos te consta que estaba en un momento crítico, sin dinero y sin trabajo.
  La perspectiva de trabajar en ese estudio de abogado está aún vigente. Sólo que estoy esperando saber si viajo o no. Por el momento hago correcciones de estilo para dos editoriales y algo voy sacando. Aunque no siempre hay trabajo. También tengo perspectivas de entrar en una de ellas como supervisora, aunque son ocho horas y el sueldo es bajo. Pero es cerca. Si Adolfo también trabajara podríamos tirar.
  Cobré el cheque de Aerolíneas y tu giro. Muchas gracias. El auto funciona, aunque echa un humo que parece que voy fumigando la ciudad. Uno de estos días me van a detener por contribuir a la contaminación del ambiente. Si me quedara lo cambiaría.
 María del Sol está amorosa. Se le están por caer otros dos dientes. Va a parecer una viejita. Le va bien en su escuela. Saca notas bastante buenas.
  Tengo una muchacha buena pero va a la escuela por las tardes. Así que es una esclavitud.
  Con tantas ansiedades por el presente y el futuro casi no puedo escribir, y eso me jode. ¿Tendré algún día la tranquilidad necesaria? Además yo soy muy vaga. Pero me siento bien de no ir a la UNITEC. La mando a María del Sol a la escuela y luego me acuesto otro rato. El no tener presiones de horario ni que atravesar toda la ciudad me ha tranquilizado.
  Bueno, este fin de semana espero tener noticias de mi viaje. Les avisaré.
  Cuéntenme de todos. Escriban. Yo tengo poco tiempo.
  Cariños a todos y para vos un abrazo de



                                      Paulina





México, 19 de noviembre de 1980

Querida mamá:
                         Pienso que ya habrás vuelto de San Luis. ¿Cómo te fue? Seguramente te tocó buen tiempo y disfrutaste más. Contame de María Isabel. Espero que esté mejor anímicamente. ¿Sale con alguien? Le escribí al papá una carta por su cumpleaños. Pero echo la correspondencia al buzón de Aurrera y temo la retiren tarde.
                      Yo aquí, en esta larga noche. Parece nomás que no viajo. Aquí es así con todo. El Presidente del Centro Asturiano está en España y no vuelve hasta fin de mes. Adolfo dice que me espera hasta el 25 y que luego hará lo que tenga necesidad de hacer.  Qué diferencia conmigo, que hace tres meses que estoy flotando, a la espera de que él concrete algo. Seguramente vendrá, ya, después de tanto tiempo, de un viaje más y yo aquí, en mi papel de Penélope. Racionalmente entiendo sus motivos pero emocionalmente no. No comprendo bien lo que ha hecho. Por momentos pienso que me gustaría seguir sola, encontrar un buen trabajo y vivir en paz. No sabes lo que es estar cabeceando las paredes por la soledad. Pero tampoco quiero vivir a los sobresaltos. Con Adolfo la vida será siempre así. Estoy bastante quebrada.
  María del Sol ha perdido dos dientes de arriba y se le está por caer otro. Pobrecita. Se hace grande. Le va bien en la escuela y es de lo más aplicada. Supongo que allá las clases están terminando.
  Sigo con las correcciones de estilo que algo me rinden. Pero en diciembre se me vence la visa y no sé qué haré.
  Corina y Mario partieron a Ecuador. Pero parece que él tuvo otro conato de dejarla y volver con su antigua mujer. Ojalá que les vaya bien. A Rosario la veo de vez en cuando pero siempre salgo con bronca. No sé por qué organiza toda su vida de tal modo que es imposible conversar con ella. Se instala en la cocina desde las cinco de la tarde y hay que seguirla allí, si no te deja sola. Pero es buena.
  No tengo más noticias. Ha hecho mucho frío. Usé tu bolsa de agua caliente. Ayer me quedé en cama con un dolor de garganta y de cabeza muy grandes. Hoy salió el sol y estoy mejor. Tengo el vidrio de mi pieza roto y por ahí se cuela un chiflete que no te cuento. A pesar de mi propósito de llamar para que lo cambien, me acuerdo recién por las noches, cuando me voy a acostar. El otro día María del Sol leía en voz alta una revista que decía: “Su casa era tan pobre que tenía los vidrios rotos”. Inmediatamente se levantó, fue a mirar el vidrio y luego retornó a la lectura sin decir una palabra.  A veces llora que quiere tener un caballito.
  Bueno, se me acabó la cuerda. Escribí. Hace mucho que no recibo carta.
  Cariños a todos un beso de
                                                 Paulina

Te mando un poema que escribió María del Sol













21 de diciembre de 1980

Querida mamá:

                       La carta que me mandaste con Chiquita es la primera después de dos meses. No sé qué ha pasado. ¿Vos recibís las mías? Muchas gracias a vos y al papá por el giro y por toda la ayuda que me brindaron. Estos meses podrían haber sido dramáticos sin ustedes.
   Adolfo anda con trámites de trabajo, libros, etc. Esta semana sale otro tomo del Manual y mañana lunes es la entrega del premio. En realidad es una satisfacción moral y un alivio económico, aunque son tantas las necesidades y todo está tan caro que se va a ir en un periquete. Guardaremos algo en el Banco. Pensamos irnos a alguna playa, pero ya es tarde para reservar nada y todo está copado en estas fiestas. Quizá nos larguemos nomás a Acapulco. Debemos pagar 1000 U$A de visa. Pensamos también comprar algunas cosas para la casa que siempre hemos ido postergando y lámparas para los cuartos, cambiar los almohadones de los sillones del living, plantas, etc. Ya ves que nada alcanza.
  El vestido y las demás cosas que me mandas aún no los he visto pues Chiquita pasó directo a Cozumel y las llevaba en la valija. El sobre se lo dio a Miguel quien me lo entregó. Me hubiera gustado el vestido para el cumpleaños de Sol, pero no sé si estará de vuelta para esa fecha. La gorda le ha pedido a Santa Claus una bicicleta, que tendremos que regalarle, con rueditas. Quería patines, pero a mí me dan miedo.
  Me imagino que estarán ya en pleno calor. Dichosos. Acá hace un frío de locos. Yo tirito todo el día. María del Sol también, de a ratos, cuando está quieta. Hoy me crucé a Aurrera a comprar una estufa eléctrica para conectarla en su pieza y se habían terminado. Mañana voy a buscar en algún otro lado.
  Concreté un trabajo a partir del 5 de enero. Es de correctora de estilo en una editorial. El horario es de 8 a 3 de la tarde. El sueldo será de 700 dólares. Me salió otra cosa en la SEP ( Secretaría de Educación Pública), también de correctora.  El sueldo sería de 900 dólares, pero el horario es de 9 a 6, con una hora para ir a comer (no alcanzo a venir a casa) y mucho más lejos (el otro me queda a diez minutos). No me animo. Me canso mucho y quiero, además, tener tiempo para mí. También está el problema de la muchacha, que es buena pero a las 6 y 30 se va al colegio. Así que agarraré lo primero. Adolfo va a entrar en otra área de la SEP (Culturas Populares), como asesor, pero libre. Podrá trabajar en la casa y le arreglan los papeles. Dichoso. Ganará unos 2000 $ (800 dólares), más alguna otra cosa por sus libros. Ojalá le vaya bien.
  Cuando trabaje voy a tratar de cambiar el auto. No sabés lo indispensable que resulta aquí. Sería bueno también salir a carretera y pasear. Pero con éste no me animo. También procuraré poner teléfono.
  Te mando esas recetas de ponche, que andabas averiguando. No te vayas a quemar.
  ¿Cómo anda el resto de la flía? Escribí . ¿La Tía Memo sigue en Brasil?
  María del Sol bailó de Hawaiana en la escuela. Se movía con mucha gracia y estaba preciosa.
  Contame cómo va la salud del papá y la tuya, la de Horacio. A todos les hace falta un verano de descanso. Después que pasen los fríos aquí podrás venir. Para marzo o abril, por ejemplo, que hace calor.
  Se murió Cámpora, como ya sabrán.
  Escribime. Cariños a todos y Felices Fiestas  y para vos un cumpleaños muy feliz con muchos años de salud y tranquilidad por delante. Sos una piba.




7 de enero del 81

Querida mamá:
                          Hoy recibí ¡milagro! carta tuya. Me alegro que estén bien y dispuestos a disfrutar de las vacaciones. Nosotros fuimos, como te dije, a Acapulco. Estaba todo lleno pero por suerte consiguimos un hotel muy lindo con pileta. María del Sol se pasaba doce horas en el agua. Se levantaba y antes del desayuno ya estaba en la alberca con su salvavidas. Luego iba al mar con nosotros, todo el tiempo en la orilla, mojándose. A la vuelta de nuevo a la pileta hasta la noche. Nació para pescado. Yo también disfruté y descansé. Los últimos tiempos fueron muy tensos. Además acá hace un frío loco. No sabés lo lindo que estaba el clima allá.
  Los días anteriores fueron bastante agitados. Primero la entrega del premio a Adolfo. No sabés lo que fue. En una casa señorial de la Colonia Roma, con espejos enormes y arañas con caireles. Le hicieron reportajes en todos lo diarios (te mando algunos). La gente, muchos españoles, ya que le premio lo otorgó el Centro Asturiano, simpatiquísima. La comida, un banquete: pavo, langostinos, fiambre, etc. Como verás, Adolfo está con barba. A mí me gusta como le queda. Ahora están viendo en qué editorial le publicarán la novela. Después de eso Navidad: regalos aquí y allá. Yo le regalé a Adolfo una lámpara para su escritorio, que le hacía falta. El a mí un secador como el de María Inés y un traje de baño entero. A María del Sol Santa Clós le trajo una bicicleta con rueditas. Ayer, Reyes, le compramos un reloj pulsera. Hoy lo llevó a la escuela a presumir.
  Ayer veníamos en el auto y me dijo: “ ¡Qué bonita es mi abuelita Chiche!” Su cumpleaños se lo festejamos (otro gasto) el domingo 18. Alquilaremos un salón con otras dos nenitas argentinas. Está feliz porque habrá  tres tortas y tres piñatas.
  La cuestión trabajo no se ha concretado como yo creía. Tenía un puesto seguro donde ganaba poco, para empezar en enero. Me llamó un amigo colombiano que conocimos en Ecuador diciéndome que me había propuesto para que trabajara con él, que era seguro, el trabajo lo podía hacer en casa (si bien es bastante) y el sueldo mucho mayor.  Rechacé el otro y me presenté ayer a éste. Me salen con el cuento de que vino una orden de arriba de que no quieren más extranjeros.  Resolverán la semana que viene. Yo ya me desmoralicé y tengo miedo de haberme quedado sin el pan y sin la torta. Adolfo tiene posibilidades como asesor de Culturas Populares. El viernes se reúne con ellos. Veremos qué resulta. Ojalá en el 81 nos vaya bien.
  Les mandé el libro. Me salió muy barato así que me largué a publicarlo. No está del todo como yo hubiera querido, pero más no se pudo. Ahora estamos pensando en la presentación. Les iré enviando de a poco para que tengan y regalen a quienes quieran. Le mandaré también a María Isabel para que lleve a los diarios de San Luis, aunque quién sabe si me den bolilla. Quisiera mandarle a Adrián Desiderato para que lo lleve a La Nación, en donde él trabaja, pero me escribió hace poco tiempo reiterándome que le haga el trámite. No he podido. Vos sabés lo que es acá para moverse. Casi no hago los míos, así que me da no sé qué. Le mandé a Serafín, a Cototo, etc. Le voy a mandar a la tía Memo (mandame la dirección).
¿Recibiste el poema que te mandó Sol?
  No hay más noticias. Sigo luchando para escribir. Pero son tantas las presiones que poco puedo hacer. ¿Cómo anda tu ánimo? SURSUM CORDA.
                    Te besa tu hija
24 de febrero de 1981

     Querida mamá:
                             No se pueden quejar, pues ya van como tres cartas en diez días. No tengo, por lo tanto, muchas noticias.
  El viernes 20 hicimos la presentación de mi libro en la Gandhi. Cuando llegamos con todas las cosas nos pegamos un susto: resulta que yo había hablado con el encargado de actividades culturales como un mes antes y quedamos que lo haríamos el 20. Los últimos días fui varias veces para coordinar las actividades pero no lo encontré. También lo llamé por teléfono sin resultado. Yo me quedé tranquila igual pues como me tenía anotada, pensé que no habría problema. Esa noche, con las bebidas y los bocadillos en la puerta, y también los invitados, nos dicen que no se hacía porque no había confirmado. Te imaginás la amargura. Al final se arregló y resultó muy bien todo. Te mandaré las fotos. Me presentó Jaime Aljure, un colombiano amigo, poeta. Luego leí tres o cuatro poemas. María del Sol hizo tal escándalo para ir que la llevamos. Se portó muy bien. Después de que terminó todo se subió al estrado y decía: “Yo soy Paulina Movsichoff” y hacía como que leía. Se la veía tan orgullosa de su madre, pobrecita. A la gente le decía, señalándome: “¿Sabés quién soy yo? La hija de ella”. Por la noche, antes de acostarse, me dijo que quería ser escritora cuando fuera grande. Después de la presentación vino mucha gente a casa y nos quedamos como hasta las tres de la mañana. Ahora, de vuelta en la rutina.
  Volví al acupuntor. No sé si me hace bien. En el trabajo me cambiaron de cuarto. Estaba en un lugar helado y me dolían los huesos, casi no podía doblar la rodilla. Ahora estoy en  una pieza donde entre el sol toda la mañana. Me siento mejor y ya no me canso tanto. Además es tranquilo y no tengo que lidiar con chicos insoportables ni con las víboras de mis compañeras en la Unitec. Sólo que llego a casa como a las tres y media de la tarde.
  Para variar, el auto no anda. Estoy esperando para arreglarlo que me paguen la quincena. Ojalá se pueda y no me salga demasiado.
  Pedí unos días más en Gobernación. No sé si me los darán. Me dicen que igual debo salir del país. No sé cómo lo voy a arreglar.
  Adolfo trabaja y está contento en ese sentido, aunque no cree que cobre hasta tanto salga su visa, que también está en trámite. Ha vuelto a la carga con la cuestión de Europa, dice que ya está harto de esta ciudad. María del Sol llora a veces que quiere vivir en Argentina. Yo creo que aún no es momento. La gente que viene de allá nos pinta un panorama desolador. Y nuestras actividades no podrán encontrar campo allí. Quizás el año que viene.
  ¿Cómo estás? Veo que no te acostumbras a la soledad. ¿Por qué no vienes? No hablas de ello en tus cartas. En abril comienzan aquí los calores. Te convendría viajar en esa época. ¿Podrás?
  Ayer le llevé dos libros al papá para que lleve a los diarios. Te mando mis libros con Chiquita Ezcurra, que viaja el 7 de marzo. También el Ajovit. Son pastillas de ajo. Dicen que favorecen la buena circulación. Se emplean también contra la artrosis. No tienen ningún componente químico, así que no hay qué temer. De todos modos, si quieres, consulta al médico.
  No tengo más novedades. Acá todo sube y sube. No hay dinero que alcance.
  Cariños a todos y que me escriban. Un beso para vos.

Paulina

 


17 de febrero de 1981


Querido papá:
                        Aquí estoy, medio aburrida en este laburo de m... Bueno, tanto no porque me salvó un poco la situación. Empecé hace como veinte días y me pagan 15000 $ (setecientos dólares, más o menos). Pero es amargante la inflación que hay. Nada alcanza. No me arreglan la visa que se vence este viernes. No sé qué haré. Adolfo, como sabrás, empezó y también está contento. Tiene que ir muy poco así que está bastante en casa. En estos días te mandaré dos libros más para que lleves a los diarios, como me pediste. Con Chiquita Ezcurra te enviaré unos diez. El viernes es mi presentación en la librería Gandhi (te mando una invitación). Yo debo pagar el cocktail, lo que me sale un ojo de la cara. Será muy sencillo.
  ¿Cómo estás? ¿Te fue bien de vacaciones? Dicen que Mar del Plata está
carísimo. Mis suegros se fueron a Hong kong, Singapur, japón etc. No pasarán por México. Me alegro que estés ya mejor y te hayas curado de la infección. Cuidate y no hagás “corajes”, como dicen acá. Yo he ido a un acupuntor por el coxis. Veremos si me sirve de algo.
       No tengo más novedades, ya que la semana pasada le escribí a la mamá y ya habrás leído o leerás la carta. Tengo ganas de que venga.  Ojalá pudiera ser. Están rompiendo la calle enfrente de casa y le va a ser más complicado largarse al supermercado como a ella le gusta. Pero ya se arreglaría eso de alguna manera.
  Mi auto parece una viejita. Cuando hace mucho frío se le baja la batería. Vivo temblando que se me descomponga. No creo que con lo que gane en el nuevo trabajo me alcance para cambiarlo. Tampoco creas que es muy fácil tener un sueldo más alto. Hemos quedado muy rezagados con respecto a la inflación.
  Hemos tenido muchos temblores y un frío cruel. No veo las horas de que vuelva el calorcito. María del Sol se levanta muy temprano para su escuela y a mí me da lástima tanto sacrificio. Es medio caprichosa cuando se junta con sus amiguitas. Si no hacen lo que ella quiere le da la pataleta. Pero es amorosa, pobrecita. Cuando leo los diarios se me estruja el corazón al pensar en el mundo en el que le toca vivir. La situación de El Salvador, de Centroamérica en general, me tiene muy impresionada. A veces no puedo dormir pensando en eso.
  Tengo muchas ganas de verte. Es triste no tener los padres cerca. Y ustedes son muy buenos con sus hijos. Ojalá nos encontremos pronto. ¿Por qué todo será tan difícil? Bueno, no te deprimás. Escribime y contame de tu vida. ¿Hacés muchas anestesias?
  Adolfo tiene el proyecto de ir con nosotras a Europa durante las vacaciones (junio-julio). Me parece difícil. Tenemos que pagar más de mil dólares en visas (en el caso de que nos la concedan. A él seguro que se la arreglan en su trabajo).
  Bueno, papito, hasta pronto. Cuando le escribo a la mamá es también para vos y toda la familia.
                                    Un abrazo
                                                     Paulina






















27 de agosto de 1981

Querida mamá:
                           Esta mañana me habló el papá. Me hizo bien oírlo aunque estaba medio dormida. No sabés el trajín de estos últimos días con la mudanza. Como ya te conté, la casa estaba (está) en condiciones inenarrables. Había restos de comida hasta en los closets, polvo por todos lados, el empapelado roto, alfombras y cortinas inmundas, la pileta de la cocina trancada, waters que no funcionan, amén de que no tengo en donde guardar platos ni alimentos. Le tuve que sacar el mueblecito de mimbre a Sol para llevarlo a la cocina y allí puse algunas cosas. Ya le compré otro más lindo. El cambio fue infernal. Las cosas grandes las llevó una empresa pero transportamos en el auto las otras mil que quedaban. No sabés la cantidad de viajes que hice. Descargábamos abajo y luego había que subir lo que podíamos, así que cada viaje significaba por lo menos seis subidas por escalera a los cuatro pisos. Estoy sin muchacha y ya no puedo limpiar más pues me voy a enfermar. Ayer saqué las cortinas de mi cuarto pues no podía dormir de asco y las puse en jabón. El agua sale carbón. Las toqué un poco y la tela se deshizo. No sé qué va a pasar cuando las enjuague. Lo bueno es el teléfono y la vista, que es preciosa. No sé si te acordás, se ve un pueblito lleno de árboles, las montañas al fondo, parece Guanajuato. A la noche se ven todas las luces de la ciudad. A María del Sol le di la pieza que corresponde a la que teníamos nosotros allá. Tiene luz y sol y le ha quedado linda, pues le compré un mueble de caña como bibliotequita y allí puso sus libros y otro canasto para sus juguetes. Dice que está contenta pues cuando se despierta siente los pajaritos. El estudio nuestro en la pieza del medio, también con luz y mi pieza la más oscura y horrible. Quisiera pintarla de blanco (el empapelado es anaranjado chillón y está todo sucio) pero por ahora no nos da el cuero ni el bolsillo. Tanto Adol-fo como yo estamos exhaustos y deprimidos pues no nos queda tiempo para ser personas. Mi espalda se ha resentido y me duele mucho.
  Aún no he recibido la carta en que me cuentas la muerte de la tía Memo. Yo he estado muy triste y todas las noches sueño con ella. Ha sido un personaje importante en mi vida, sobre todo en la infancia y primera juventud. Con ella se acaba una parte mía. Ojalá yo pudiera, como Proust, buscar mi tiempo perdido. Rescatarlo también en la literatura, como él lo hace con su madre y con todos los que ha querido. Viven allí siempre jóvenes y sonrientes.
   Tratá de no sugestionarte ni desanimarte. Vos estás bien y puedes vivir mucho tiempo más. Andá al médico. A tu edad se necesita vigilancia y tratamiento.
  Fue bueno que estuvieras con nosotros. Me he sentido acompañada. Los primeros días cuando iba camino a casa desde mi trabajo me ponía triste pensando que no iba a encontrarte.
  Tengo muchas ganas de ver a todos. Adolfo sigue haciendo proyectos para el regreso. ¿Cómo andan las cosas?
  Te olvidaste la foto de María del Sol. Te la mando junto con la receta del soufflé de espárragos.
     Contame qué hacés. Cómo andás de ánimo.
   Cariños a todos y para vos un beso de
                                           Paulina

PD. ¡¡¡Viva!!! Me llamaron de la Casa de la Cultura de Hermosillo, Sonora (un estado de México) para comunicarme QUE ME HE SACADO EL PREMIO A LA PRIMERA NOVELA “jUAN RULFO”. SON 100.000 $ O sea  4000 dólares. ¿Qué tal? Me lo entregarán allá el 28 de agosto en una ceremonia. Me mandarán el pasaje en avión ( habrá que posponer unos días el viaje a Europa). Ellos me harán la primera edición por el Instituto Nacional de Bellas Artes. Estoy excitadísima. Anoche no he pegado un ojo. Pensé mucho en ustedes, en que lo que consigo y soy, poco o mucho, se los debo. Te llamaré esta tarde. Después voy a confeccionar gacetillas para que manden a algún diario y a San Luis. No sé si lo merezco, pero de todos modos es un buen aliciente.
  Me escribió la Rubia una carta muy cariñosa que contestaré en estos días.
                                                            Chau
Hoy llegó una muchacha. Ayer María del Sol escuchó que le preguntaban por trabajo (mi cartel ya no estaba) y las trajo de la mano hasta casa.
  Anoche estaba, ella también, muy excitada. Antes de dormirse me dijo: “Ha llegado la estrella solar”. Y como yo le pregunté qué era eso, me contestó: “La estrella de la buena suerte”.















Carta dictada por Sol para su abuela Chiche, probablemente del 80. La fecha no está.

Abuelita mía:
                    Hoy no te pude mandar una carta porque tenía mucho frío que no pude ir a la escuela. Muchas felicitaciones. Ya me cambié de escuela. Ahora voy a pre-primaria. ¿Sabés una cosa abuelita? Que yo hago mi tarea muy bien y ahora me acaban de contar el cuento de Caperucita roja. Mi papá está de viaje. Nosotros fuimos a Cancún y a Mérida y vimos una pileta honda, honda (1). Y también había una avispa navegando en el agua, La sacamos nosotros. Mi mamá me enseñó a nadar.
  Querida abuelita, te mando muchos besitos adorados. Mi papá va a venir el lunes. Qué bonitos son tus kalkitos, abuelita, y también tus muñecas y también ¿sabés una cosa, abuelita? ¿Te acuerdas que me compraste un pantalón en Argentina con el tío Bernardo? Yo tengo muchos juguetes con una canastita.
                      Muchos saluditos, abuelita.

                        María del Solcito (como me llamas tú) Colombres Movsichoff

1. Seguramente la “pileta honda” era un cenote.










29 de julio/81

Querida mamá:
                              Me quedé muy triste ayer, luego de tu llamado. A pesar de que sabía que la tía Memo estaba enferma, me ha afectado mucho que se muriera. Era muy vital y yo estaba convencida de que iba a ganarle a la enfermedad. Estuve hecha una opa por teléfono sin poder hablar de nada. Me gustó escuchar la voz de María Isabel.
  Cuidate y no te dejés ganar por el desánimo. Vos estás sana y fuerte. Adolfo se asombra de tu vitalidad, cuando te recuerda subiendo y bajando como gato por las pirámides. Tenés mucho espíritu. Aún no sé de quémurió la tía Memo. ¿Tenía cáncer? ¿A qué? Ojalá esté con Pepe y Miguel. María del Sol me preguntó por qué lloraba y le tuve que decir. Ella  también se puso a llorar y decía: “no quiero que se muera mi tiíta”. Se acuerda muy bien de la tía Memo. Le escribí a Letty.
  En este momento son las cinco de la tarde, se ha puesto oscurísimo y llueve a cántaros. En realidad el tiempo mejoró después de que te fuiste. Hubo tardes muy lindas de sol.
   María del Sol disfruta bastante su curso de verano, aunque por las mañanas son unas corridas que ni te cuento. No consigo muchacha. Qué lata. Llego a las tres con ella y le hago un bife o compro pollo hecho. Pero a Lupe ya no la aguantaba.
  Esta casa sigue siendo la casa del pueblo, con gente que viene todo el tiempo, estamos agotados. Adolfo protesta y dice que no puede trabajar, que se va a ir a otro lado. Para colmo, este domingo se me apareció Nancy, una chilena que vive en Mexicali, pidiendo que si podía quedarse por dos días. No sabés lo abusiva. A la siesta me hizo que la llevara en auto hasta el zócalo (la catedral, pleno centro) para buscar su valija. Por las mañanas se pasea en camisón o abre la puerta del estudio cuado todavía está despatarrada en la cama. Sabe que no tengo muchacha y no ha sido capaz de preguntare si necesito algo. (...)
  Sebastián está muy mal pues no le sale nada y parece que se vuelve no más a Argentina vía Guatemala. Rosario se fue a Cozumel pues Martita (la hermana) está también con cáncer al pecho. ¡Qué horror esa famlia! Dice que no la van a operar, que la tratarán nomás con cobalto, Pero yo creo que no quiere decir.
  Hablamos ya con el dueño de la casa que vos viste. No sabés lo que eran los otros departamentos que vimos: horribles, sucios, mucho más chicos y caros. Nos iremos nomás a ése. El se muda más o menos para el 20 de agosto. Cristina Incháustegui nos ofreció salir de garante, pobre. Yo tengo miedo, si nos vamos a Argentina, de que se enoje lo que no cumplimos el contrato. Ahora me parece que el depto. era medio oscuro. En fin, ya no se puede hacer nada.
  María del Sol compadrea con su paraguas. El primer día quería usarlo para la ducha. Está amorosa, aunque siempre da trabajo para levantarse y tomar el desayuno.
  Ayer me entregaban los lentes de contacto, pero no he ido porque les tengo pavor. Además no estoy con mucho ánimo para flagelarme con las pruebas diarias.
  Nada sé aún de tu viaje y de cómo encontraste a todos. Contame detalladamente.
  Bueno, se me acabó la cuerda.  Ayer te noté tranquila. Qué suerte. Ojalá sigas así y no te deprimas. Paseá, visitala a Letty.


        Cariños para toda la familia y para vos un beso de
                                                      Paulina
Contame de la situación político-económica.






















10 de agosto de 1981

Querida mamá:
                        Te escribo desde el trabajo en donde no hay nada que hacer y además no me pagan. Ya estoy harta. Voy a trabajar hasta el 15 y luego haré trabajos libres en casa. Adolfo me hará dar varios libros de los mazahuas y de Culturas Populares. Sigo sin encontrar muchacha. Pero, a pesar de estar agotada, me las he podido arreglar trayendo a María del Sol a su curso de verano (termina el 20) que además le encanta. Van a pasear, cocinan, pintan, etc. Cuando ella termine me quedaré en casa. Como no me pagan, aún no la pude inscribir. La dejaré nomás en la escuela, pagando transporte. En la otra no había cupo. Ojalá que todo se arregle.
  El 21 nos mudamos. No quiero pensar en lo que se nos viene. Tendré que conseguir alguien que me ayude a dejar la casa limpia porque se va juntando la mugre lo que yo no puedo limpiar a fondo. Luego te mandaré la dirección. En todo caso si querés escribirme hacelo nomás a esta dirección y ellos nos avisarían. Cristina Incháustegui, creo que te dije, saldrá de garante. Pobre, se ha portado muy bien con nosotros.
  El 29, si todo sale de acuerdo a lo planeado, partimos a Europa. Estoy feliz, pero va a ser una seguidilla de correr de acá para allá. Me duele el estómago de sólo pensarlo. De allá te enviaré nuestras noticias. Quizá te llame antes de irme.
  Ya me entregaron los lentes de contacto. Estoy en el período de prueba. Me cuesta un poco ponérmelo y sacarlos, pero creo que con la práctica ya no tendré dificultades. No me molestan y veo muy bien.
  Recibí tu primera carta en donde me cuentas del viaje. ¿De qué se murió el bebito?
  (Incompleta)















(Falta el comienzo)


  La gorda ya tiene una barra de chiquitos de su edad, del edificio. La llamo y me ruegan que la deje jugar un poco más. Dice que se divierte más acá que allá. Llega a las ocho, inmunda y cansada. Cae rendida en la cama. Su curso de verano terminó, así que ayer, primer día que vine a trabajar, la traje conmigo y la puse a estudiar y dibujar. Hoy se quedó con Adolfo.
  El viaje está medio colgado. Adolfo es el que más se amarga. Dicen que a la ceremonia va a ir el Goberndor de Sonora, pero sólo puede a mediados de septiembre, ya ves qué trastorno. Lo peor es que no sé a qué atenerme pues no me concretan la fecha. Viajaremos después, pero ya en Europa empieza el frío y María del Sol pierde más en la escuela. Las clases comienzan el dos y el primer mes es repaso, así que no importaba tanto, pero después ya comienza lo nuevo. Seguirá en la misma escuela. Luego veremos. Lo que pasa es que dejo de trabajar el 31. Estoy harta de esta situación. Me pagan de a puchitos y tengo que medigar que me completen el sueldo. Además no sale ni un libro y la empresa está en quiebra. Ojalá pueda cobrar puntual y luego con el premio resisto hasta conseguir otra cosa a la vuelta. Además sin muchacha y con la casa en esas condiciones me vuelvo loca. Nos sentimos como Adán y Eva expulsados del paraíso (cuántos ya). Ojalá se realice el viaje y pueda ventilarme un poco. Aunque también va a ser un trajín.
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  Acá hace mucho frío y llueve por un ciclón que pasa actualmente por Acapulco. El auto hace un ruido extraño. Espero que no se me rompa pues ahora lo necesito como el agua y no tengo tiempo ni plata para llevarlo al taller.
  ¿Cómo te enteraste que salió el premio en los diarios? ¿Quién te avisó?
  Le escribí a Cototo y a la Rubia, también a Letty. A Marcelo y Rodolfo no he podido. ¿Cómo sigue Cototo?
  Con el dinero del premio voy a ir al dentista y me compraré una filmadora, con la que sueño. No creo que alcance para cambiar el auto y menos no sabiendo qué haremos en el futuro inmediato.
  ¿Cómo andás? Dice el papá que bien. ¿María Inés solucionó su problema? Que no trabaje tanto. Tendría que ir al acupuntor para que la revise con el péndulo.
  Bueno, ya me duele la mano. Cariños a todos. Nadie, a excepción de vos, me escribe.
                                      Recibe un beso de

                                                          Paulina

PD. El papá es muy bueno y cariñoso. Tengo muchas ganas de verlo. ¿Qué le pasa que dice que anda con las taras de los viejos? Que me llame siempre que pueda. Vos ídem.
                                      Chau

Extraño a mis vecinos.
Decile al papá que se acuerde que Goehte escribió el Fausto a los 83 años y Sófocles “Edipo Rey” ¡A los 90! Shwitzer se recibió de médico casi a los 70. O sea que las taras no son de viejos. Todos las tenemos. Lo esencial es mantenerse en actividad y no engordar. La gordura es pésima para la salud. Yo estoy flaca pero muy demacrada. Ya parezco de 40. Pero en el fondo me gusta tener esta edad. Aunque “volver a los 17 ”no dejaría de ser excitante.






























8 de septiembre del 81

Querida mamá:
                             No te he escrito estos días porque ando como loca. Parezco la “yegua de fuerza”. Las clases de María del Sol me complicaron mucho. Tengo que llevarla y traerla en el auto, pues se quedó en la misma escuela. Renuncié nomás al trabajo porque cada quincena era una tortua para cobrar. La empresa está en quiebra y no tiene objeto seguir así; a la vuelta veré qué hago. Además sin muchacha y con el colegio de Sol no podía. Trabajo mucho en la casa. Así y todo sigue sucia. Las paredes inmundas y los techos. Yo sólo hago las camas, barro, plancho, etc. Lo de-más no me da el cuero.
  Sigo sufriendo sin saber cuándo me darán el premio. Hemos decidido viajar nomás y les escribiré que me esperen. Dice Adolfo que es ya un derecho adquirido y que no pueden dejar de dármelo. Acá salió en dos diarios (me dijeron) pero yo no tengo los recortes. Los tuyos no llegaron. Rosalía me envió el de “Clarín” y Emilita uno de “La voz del interior”. Mandame lo que encuentres. Adolfo no sabe si cobrará un dinero que le deben. Le prometen para el día siguiente y nada. Así es todo. De ser así, no sé qué vamos a hacer. En fin, los planes son de salir el 17 o 18. Veremos si se cumple.
  Ya me siento un poco mejor en la casa. No es el extrañamiento de los primeros días. Tiene una vista preciosa. María del Sol juega como loca, más que allá.
......................

  El viernes fui al acupuntor . Cuando llegué, como a las diez de la noche, me encontré con que me había organizado una reunión sorpresa, Estuvo lindo.
  Acabo de llegar a Plaza Universidad y me acordé de vos. ¿Cómo andás? Letty no me ha contestado ni creo que lo haga. ¿Qué tendrá contra mí? Hace años que no recibo carta de María Inés ni de Chabela. Los otros ya sé que son vagos, por eso ni espero. ¿Te dije que me escribió Cototo? Se debe haber cruzado con mi carta, que le escribí con motivo de la muerte de la tía Memo. ¿Recibiste mis últimas cartas?
  Bueno, ya se me acabaron las noticias. La próxima será desde Europa.
 Cariños a todos y para vos un beso de
                                                         Paulina
 




















París, 15 de octubre/81

Querida mamá:
                           Estoy en un hotel de París, esperando que me desocupen una pieza. Viajamos toda la noche. Son las 11 y aún debo esperar. Estamos muy cansados. Adolfo se ha ido al correo a ver si llegó carta y el socorro esperado.
  Estuvimos en Frankfurt. Me gustó mucho, sobre todo la organización casi perfecta de los alemanes. Pero era un frío tan terrible que Ma. Del Sol lloraba. La noche anterior salimos de Venecia y en tren atravesamos los Alpes. Casi no teníamos abrigo, sobre todo Adolfo, que tiritaba como una hoja. Venecia es algo increíble, María del Sol no podía creer que las calles fueran de agua. Hemos visitado tantos museos, iglesias, etc., que ya mis pies caminan solos.
 De Frankfurt partimos a Amsterdam, precioso, me quedé sorprendida pues nunca hubiera creído que fuera tan lindo. Las casas parecen de juguete. Y también tiene canales. En todas partes lluvia y frío. Acabo de dar una vuelta con Sol por algunas callecitas de aquí cerca, viendo vidrieras. No me parece más caro que en México. Los vestidos hindúes que vos despreciabas son furor. En los días de calor todas las mujeres andaban vestidas así. Hay una gran libertad en el vestir. Yo estoy con una pinta que no puedo ni mirarme al espejo. A María del Sol le compré un sweter, zapatos y un vestido de viyela pero hace frío para que se lo ponga. En general los europeos me parecen fríos y mal educados. Todo les molesta y ni te contestan. Los españoles te tiran las cosas sobre la mesa.
  Ya tengo ganas de volver. Hemos recorrido casi toda Europa, distancias enormes. Todo el viaje he estado con una molestia en el ojo que me empezó antes de salir por lo lentes de contacto (creo). No puedo mirar casi cuando hay mucho sol. Así que me la he pasado con anteojos y a los lentes de contacto los arrumbé en el bolso. Cuando llegue tendré que ir al oculista.
  María del Sol se ha hecho amiga de todo el mundo en todos los países. No existe para su simpatía la barrera del idioma. Ahora está más sufrida y cuando va a los museos opina y quiere que no la apuremos, que la dejemos ver.
  Esta será mi última carta desde aquí. Sólo te he escrito tarjetas pues llegamos a la noche sin aliento para nada. Veremos qué nos espera en México. Sobre todo a mí, que no tengo trabajo. El 30, en principio, debo viajar a Sonora (al Norte) a cobrar el premio.
  Antes de salir se me fundió el motor del auto. Veré si puedo hacerlo arreglar.
  Pensábamos ir a Stuttgart, a visitar a Charo, pero su dirección estaba junto con las de Adolfo, en la valija.
  ¿Qué tal andan las cosas por allá? Estarán empezando los días lindos. Dichosos. Escribime a México contándome de las novedades.
  Me despido luego, a ver qué novedades trae Adolfo. Pero ni señas de venir. Mientras, te copio un poema que hizo María del Sol en el tren después de pasar por el frío de Frankfurt.

                                 Ya viene el otoño
                                 se ponen las hojas
                                amarillas. En el bosque
                               hace mucho frío, se ve
                               solitario, con las hojas secas
                              y las golondrinas ya no están. Claro, han volado para
                                                                                                  el Sur
                              donde hace calor.
                             El viento sopla
                           pronunciando que pronto
                          va a a hacer frío.
                         Todo se nubla como si fuera a nevar;
                          y una niñita dice con voz llorona:
                        “quisiera estar en primavera”.



De más está decir que esa niñita es ella.







































Viernes, 16 deoctubre.

Ayer, primer día de París, hizo un frío loco. Nosotros todo el día en la calle bajo la lluvia, Esta mañana fuimos al Banco a cobrar los giros. A María del Sol que tenía tanto frío le compré dos pantalones de corderoy, dos sweters, un anorak muy abrigado, una gorrita de lana y otro vestido de viyela. Creo que ya está. Yo me compré dos sweters, un pantalón de esos a la rodilla que son furor aquí, unos zapatos, un pantalón largo, dos camisas. Más o menos soy gente ya. No sabés lo que era con mi blue-jeans arrugado y sucio pues si lo lavaba no había tiempo de que se secara. Adolfo también se compró un traje, un pantalón y un saco de gabardina. Acá es carísimo si te vas a las grandes casas, pero aquí cerca del hotel, en el Boulevard Saint Michel venden cosas de casas francesas fabricadas en otros países (Macao, Italia, etc.) y todo es más barato. La lana ha desaparecido casi. Todo es acrílico. Pensar que todos nuestros sweters robados eran de pura lana. En fin. Muchas gracias por todo. Para qué me giraron más.
  París es precioso como ciudad, lleno de vida, se respira la cultura en la calle, la gente más vital que en otro lados. Pero yo no viviría aquí. Me siento totalmente extranjera. En México estoy más en mi casa. Casi ya como en Argentina, salvo que yo también estoy harta de lo sacrificado que es para moverse si auto. Hoy, que anduvimos mirando vidrieras y estaba nublado y húmedo, me acordé de Buenos Aires y deseé volver.
  La primera impresión que Sol tuvo de París fue la de un hombre que se quería tirar al Sena y la gente que lo agarraba para que no lo hiciera. Yo no lo había visto y ella nos lo hizo notar. Por la noche me decía: “No me gustan los seres humanos, salvo mi papá, mi mamá y mis familiares. Prefiero a los gatitos”. Pobrecita, es muy sensible. En los restaurantes se llena los bolsillos de pan para después tirarles a las palomas. Y cuando las encuentra no la podés sacar de ahí.
   ¿Así que María Isabel se queda nomás en San Luis? Ojalá sea para su bien y encuentre a alguien que la quiera como se merece. Pero San Luis es  muy difícil en ese aspecto. Bueno. Quizá en todas partes sea lo mismo. A los porteños no les gana nadie como boludos y caqueros (1). Sería bueno que viajara y se ventilara un poco más.
  Me apena mucho lo de Cototo. ¿Por qué no camina? ¡Qué brava es la diabetes! Ojalá mejore.
  Esto ya parece un testamento. Te escribiré desde México, adonde llegaremos el 23. El 20 salimos a Madrid desde donde nos embarcamos. Tengo terror a ese tren, en donde la otra vez nos robaron. Esta vez no dormiré vigilando,
  De nuevo gracias. Muchos cariños a todos y para vos un beso de
                                          Paulina

(1) Por supuesto hay excepciones, que Horacio no se ofenda.
 

























México, 31 de octubre de 1981

Querida mamá:
                      ¡Al fin en casa! No sabés cómo cansa rodar. La vida del turista es sacrificada y hay que tener una salud de hierro para andar todo el día como lo hacíamos nosotros con calor, con frío, bajo la lluvia. Además la soledad que se siente en esos mundos extraños. He visto cosas maravillosas, realmente increíbles. Ahora en el recuerdo las voy recuperando y gozando otra vez. Me hizo bien viajar. Los viajes son también desplazamientos interiores y creo que he madurado y crecido con todo lo que viví en esos cuarenta días que parecen cuarenta meses. No viviría en Europa, aunque no he conocido quizá lo suficiente. París precioso, una edificación de mucha finura, el paisaje humano también estimulante pero me pareció triste. Me deprimí. Italia es una fiesta para los sentidos. No hay nada igual. Estuvimos en Capri, en San Michele, la casa de Axel Munthe. En mi vida he visto un paisaje igual y ¡esa casa! Ni en sueños me atrevería a imaginarla para mí. Ya te mandaré fotos.
  María del Sol también está más madura.  Les cuenta a sus amigas de Venecia, lo que más le gustó. Creo que ha captado bastante. Pobrecita, se desempeñó bastante bien. Adolfo como pez en el agua, pero al último también estaba medio cansado. Me parece que se le ha ido el embeleco de vivir en Europa.
 Esta primer semana ha sido infernal. Llegamos el sábado a las 8 de la mañana, lo que corresponde  a las 8 de la mañana del domingo de Europa. O sea llegamos con una noche en blanco, muertos. Además del cambio de clima y la altura, me he sentido medio idiota estos últimos días. Estaba también el problema de la escuela de Sol. He tenido que llevarla y traerla subida a camiones (dos de ida y dos de vuelta) y a veces a dedo pues a esas horas nada se consigue. Además de fregar pues esta casa tiene una mugre congénita y de trabajar en algunas correcciones que me trajo Adolfo para que gane algo de guita. Así que hoy, primer fin de semana normal, me siento otra, más persona. En el colegio de la gorda, a pesar de que la inscribí con la condición de que me dieran transporte para esta fecha y ellos me dijeron que no había ningún problema, ahora me contestan que vendrían a buscarla a las 6 de la mañana. Están chiflados. Como yo no puedo seguir así, hablé a un colegio de la vuelta donde van esas chiquitas argentinas con quienes festejó su cumpleaños. Tengo que pagar de nuevo inscripción, mensualidad, material, todo. Me da una bronca con las de la otra escuela, El martes empieza. Ayer, última día en su escuela, fue un drama, lloraba mucho. La maestra también. A mí se me partía el alma. Lo único que me consuela es que ella se conquista el mundo en 15 minutos. En Europa, como te conté, ni el alemán le impidió comunicarse con la gente. En el avión de vuelta, un pasajero español le dijo a Adolfo: “¿Cómo hiciste para tener una hija con tanto desparpajo?”
  No consigo muchacha. Eso me quita tiempo para mis cosas. Ni los diarios leo. Estamos afligidos por una acusación de secuestro a un grupo de argentinos. Se cree que es una acusación falsa. Yo no tengo idea, pero esto va a endurecer la cosa con nosotros. Se van a cerrar puertas y posibilidades. Ni hablar ya de volver a sacar un premio literario. Iré esta semana a Sonora a cobrar el mío. Me ha prometido enviarme el pasaje en estos días. Debo ir sola pues no hay quién se quede con Ma. Del Sol. Esperemos que todo salga bien. En cuanto tenga el dinero, giro. Adolfo le giró ya al papá 250 $ dólares en un cheque que mandó por carta certificada. El resto lo mandará cuando cobre. Lo tienen clavado con más de 60.000 $, algo así como  2.000 dólares. Ojalá le paguen.
  Me encontré con dos cartas tuyas y luego recibí otra. Muy lindas las estrofas para la tía Memo. Es triste pensar que ya no está. Era tan amena, tan interesada y abierta a todo lo humano. Yo la he querido mucho.
  Mañana es el cumple de María Inés. Le he escrito miles de veces y jamás contesta. Mandale un beso y muchas felicidades de mi parte. Espero que la hayas pasado bien en San Luis. ¿Renunció al fin María Isabel? Pueda ser que se deje de estar tan triste y disfrute de la vida que, a pesar de ser dura, es linda.
  Cariños a todos. Un beso para vos de
                                                          Paulina





















México, 16 de noviembre del 81

Querido papá:
                       Estoy acordándome que el 26 es tu cumpleaños y te escribo ahora para que te llegue a tiempo. Esta carta también es para la mamá pues ando a las corridas y con poco tiempo disponible. Fue bueno que ayer hablaras, hacía mucho que no te escuchaba. ¿Qué son esas nanas que dices? Cuidate y andá al médico. Pero no te sugestiones. Vi una foto tuya y de Esteban que me mandó Ma. Isabel y se te ve muy bien, de lo más joven, igual que siempre.
   Espero que hayas podido cobrar el giro. A la mamá le dije por teléfono que iba a quedar debiendo 500 dólares pero ella me contestó que quedaban como regalo de cumpleaños de los dos. Muchas gracias. Es que se me fundió el motor del auto y me sale un huevo arreglarlo. Pero aquí es una lata no tenerlo. El giro es por lo que te debíamos Adolfo y yo, salvo esa cantidad. Por lo que leo y escucho está muy mal allá la gente y a mí me aterra empezar en una situación así. Adolfo está emperrado en volver y no escucha razones. Siguen llegando argentinos a montones, ahora por la situación económica. Pobre país. Cuándo se va a arreglar eso.
  Nosotros acá vivimos pobremente. Tenemos un departamento de tres dormitorios, aunque muy deteriorado. Yo lo arreglaría un poco pero Adolfome dice que para qué si ya nos vamos. Igual que vos con el patio de San Luis. Cambié nomás los almohadones del juego de sillones pues eran una mugre, pero el empapelado está todo roto y manchado. En fin. Nosotros necesitamos un estudio, es algo vital pues de lo contrario tendríamos que estar los dos en la pieza del comedor. Claro que, en última instancia, podríamos prescindir. Pero es buen tener aunque sea un pequeño espacio.
  María del Sol estuvo con mucha fiebre la semana pasada, justo cuando yo tenía que viajar a cobrar el premio. Ya está mejor, aunque sigue triste por el cambio de escuela. Extraña mucho la otra, pero era una locura llevarla y traerla, ya no me daban transporte. No obstante a mí se me parte el alma al ver que sufre.
  Les mando un recorte sobre la entrega del premio. Estuvo bien, aunque con poca gente. Me dieron un diploma enorme.
  Acá están empezando los fríos. Por la mañana son muy bravos. Al mediodía calienta el sol y ya no se siente tanto.
 Ayer la llevé a Coyoacán a Sol, en donde antes había unos coyotes en una jaula. Ella se acordó que una vez la mamá los asustó con el paraguas y dijo: “Es que mi abuelita es muy disparatada. ¿Verdad?” Está enorme. Me da pena que se haga grande y se me vaya de las manos.
  ¿Cómo está María Isabel? Necesita mucho apoyo y cariño. Creo que es la más frágil de todos nosotros. Ojalá encuentre quien la quiera de veras. Es todo lo que necesita el ser humano para ser feliz. Por suerte los tiene a ustedes. Ella los necesita mucho a pesar de que esté lejos.
  Recibí carta de María Inés. La vida es dura para todos pero eso no significa que no tengamos suerte. Siempre hay que luchar.
  Como te conté, trabajo en casa con correcciones de estilo. Es muy cómodo, aunque no demasiado seguro. Es además un trabajo agotador y no me quedan tiempo ni ganas de escribir y apenas de leer. Me parece mentira haber escrito alguna vez.
  Adolfo luchando porque le aumenten, ya que gana una miseria. El piensa viajar a Argentina con un dinero que le deben por unos trabajos del año pasado (como tres mil dólares). Yo no quiero pero él lo considera necesario para tantear las posibilidades. Yo no quiero quedarme sola. Sufro mucho aquí cuando él se va. Esta ciudad es muy inhóspita.
  Te mando también el comprobante del giro.
  Bueno papá, feliz cumpleaños, sos un pibe. La mamá también. La belleza y la juventud están adentro de uno y ustedes poseen las dos cosas. Chau. Un abrazo

                                Paulina
 

    México, 19 de noviembre de 1981


Querida mamá:
                             Le escribí al papá por su cumpleaños aunque la carta era también para vos. Me daba fiaca escribir pensando que estabas en San Luis. Ayer recibimos tu carta desde allí y la tarjeta para María del Sol. Te envidio lo que estás cerca de San Luis y podés ir de vez en cuando. Yo extraño mucho a veces esos paisajes. Pero “ni modo”, como dicen aquí. A Adolfo no se lo digo porque está tan desesperado por volver que se va a agarrar de ahí para jalarme. Yo quisiera, sí, vivir allá, pero creo que en estos momentos sería suicida. Veo que la situación económica está peor que 1976, cuando partimos. No quiero volver a pasar lo que pasé. Definitivamente no lo haré hasta que las cosas no aclaren un poco.
  Estoy organizándome poco a poco, después del torbellino de los últimos meses. Conseguí una muchacha mazahua y Adolfo se siente como pez en el agua (me salió en verso). Es muy buena y humilde. Ahora me doy cuenta de que Lupe, a quien vos tanto defendías, era realmente un mal bicho. Me ha robado un montón de cosas. Dice Cristina Incháustegui que fue al edificio a decir que le quedé debiendo dinero. Lo cual es cierto porque cuando la despedí le dije que al día siguiente le iba a pagar y ella se fue sin decir agua va. He tenido que pagar 1200 $ por cortinas para la pieza de servicio que está totalmente pelada. No hay ni un pinche ropero para que cuelgue la ropa.
  En trabajo también me han salido varias cosas para corrección de estilo. Me las trae Adolfo de su trabajo y las hago en casa, lo cual me resulta muy cómodo. Ojalá no se me acabe. También tengo miedo que cuando Adolfo se vaya a Argentina (piensa hacerlo en febrero) ya no me den. En cuanto a ese viaje, Adolfo lo considera necesario pero yo no quiero quedarme nuevamente sola. Son muy duros los días en esta aridez que es México.
  Con María del Sol he tenido y tengo algunos pequeños problemas. Estuvo con mucha fiebre pero ya está bien. Pero no se conforma con el cambio de escuela, ni yo tampoco. Parece que en la otra escuela ella llevaba los libros de 3a de primaria, el año anterior de 2a y así. O sea que tiene que repetir lo del año pasado. Yo no sé si no se retrasará en el aprendizaje. Es una escuela activa pero allí la única activa soy yo que voy todos los días a hablar con la maestra y jamás la puedo ver. Dice Sol que ningún niño quiere jugar con ella, ni siquiera Mónica (La chiquita con quien festejó su cumpleaños) y que en los recreos se queda solita viendo cómo juegan los otros. Que la maestra es muy fría. Yo presencié una clase de deportes y me quedé azorada. Los tuvieron media hora haciendo tumbas de carnero mientras la maestra miraba a los pajaritos. Todo para no molestarse ella en hacer otros ejercicios. No sé qué hacer. Es incalculable el daño que me han hecho en la otra escuela, después de prometerle transporte para que la inscribiera y negármelo sobre la marcha. Que los niños sean así no me extraña pues muchos son hijos de argentinos y yo ya comprobé en carne propia lo que son éstos en el exilio. Bueno, ya veremos cómo se arregla la cosa.
  Cobré ya el premio. Le giramos al papá, lo que le debía Adolfo y los 1400 $ que le debía yo, separando los quinientos. El dinero se me ha ido como el agua y ya sólo me queda para el arreglo del auto que son casi 100 dólares. Cambié los almohadones de los sillones del living. No sé si estarán bellos pero se ven más dignos que los otros. También compré un arcón laqueado, muy parecido al tuyo, aunque más grande. Lo puse en el comedor y allí meteré algunos trastos de cocina pues no tenía adónde guardar nada. Ya no me alcanzará para empapelar ni para una alfombra, como yo quería. Tengo ganas de comprar una estufa eléctrica pues están empezando los fríos y a la mañana la casa está congelada. Me compré un especie de changuito para transportar las compras, pues el mercado queda a cinco cuadras y me dio un ataque de coxis de tanto cargar bolsas pesadísimas y luego subir los cuatro pisos. Pero es muy complicado subir con él las escaleras.
  Recibí carta de María Inés y de María Isabel. A esta última no sé adónde escribirle, ya que aún es incierta su situación.
  Contame cómo están todos. ¿Tu salud cómo va? Yo me he sentido muy mal del estómago y los intestinos. Creo que tengo parásitos, pero me da una tremenda fiaca hacerme análisis. A los lentes de contacto los uso un día sí y otro no. Los soporto bien pero me irritan mucho la vista, asique por ahora que no manejo no los necesito tanto.
  Se me acabó la cuerda. Cariños a todos. Un beso para vos de
                                 Paulina

PD. De los diarios que decís haberme enviado sólo recibí el de San Luis. Rosalía me mandó Clarín y Emilia, Esquiú. También La Voz del Interior, de Córdoba. Pero nada más. ¿En La Nación y La Prensa no salió nada?      










































México, 7 de diciembre/ 81

Querida mamá:
                           Te escribo antes de ponerme a trabajar. Lo hice la semana pasada y no tengo muchas novedades. Pronto será tu cumpleaños y espero que ésta llegue a tiempo para desearte muchas felicidades y muchos años más de salud. También se llegan mis cuarenta años. He andado medio deprimida, no sé si ésa será la causa. La juventud es muy corta. Claro que es después de los treinta cuando se alcanza la plenitud intelectual. Pero existe el mito de los veinte años y uno no puede dejar de sustraerse.
       Adolfo se fue este fin de semana a cobrar el premio. Yo me quedé nomás pero después me arrepentí pues dice que estuvo bárbaro, lleno de escritores, la ciudad preciosa. Me hace mal quedarme sola. Antes tenía más resistencia. Ahora hay momentos en que hasta pienso en el suicidio. Es que en México no tengo a nadie y la soledad es total. Cuando Adolfo se vaya a Argentina por un mes no sé qué voy a hacer. La escuela de Sol no importaría tanto pues no le dan demasiada importancia a las calificaciones. Lo problemático es el dinero. Adolfo ha cambiado mucho. Dice que ya no le resulta viajar solo y que quisiera llevarme. ¡Quién lo diría! ¿No?
  El viernes me entregaron el auto pero salí a la tarde y se paraba a cada rato y no tenía luces. Ya estoy harta de este calvario. Me van a decir que la falla es eléctrica. Si tengo que gastar un peso más lo vendo. Ya no doy más. Ayer fui a ver nuevamente Dumbo con María del Sol. Ella se acordaba mucho de que la vimos con vos la primera vez.
  Aquí hace frío a la noche y a la mañana. Eso le afecta los bronquios. Ahora tiene tos. Además juega abajo toda la tarde y no hay poder humano que la haga subir.
  Ayer me sentía muy solitaria y triste y pensé en llamarte, pero luego me contuve pues ando con poca guita y se llega la época de cumpleaños y regalos a rolete. Quizás lo haga para Navidad.
  Me parece mal eso que me dices de Ricardo. Yo no tengo que pedir permiso a nadie para ver a quien se me dé la gana. Más siendo pariente. No se puede tener tanto miedo. Además vos sos amiga de los padres ¿Como les podés hacer un desaire así? Por otro lado es muy cruel negarle apoyo a alguien que ha sufrido tanto. ¿Te gustaría que lo hicieran con Bernardo?
  ¿Recibiste las fotos? Contestá.
  Yo ando mal de la columna. Tendría que volver al acupuntor.Pero vos sabés el tiempo que se pierde.
  Contame adónde se van de vacaciones. Nosotros no saldremos a ninguna parte.
  Bueno, se me acabaron las noticias. ¡Ah! Te mando dos reportajes que me hicieron. En uno me pusieron pésimo el nombre y está, además, muy mal redactado. También han tergiversado varias de las cosas que dije. Como eso de que lo recomendaba a Adolfo y la explicación sobre el tema de la novela. El otro está mejor, aunque siempre ese dibujo horroroso.
  Escribí más seguido.
 Feliz cumpleaños, Navidad y Año Nuevo. También para todos. Un beso.
                                                   






16 de diciembre/81

Querida mamá:
                           He andado realmente muy vaga, no sólo para escribir, sino para todo. No sé si es el año nuevo o qué. Adolfo también anda bastante deprimido, como siempre para estas fechas. Me fastidia a mí su negatividad y me la transmite. Te escribí enviándote unos reportajes que me hicieron. ¿Los recibiste? Yo recibí una carta tuya con el recorte sobre tu papá, que leí con mucho interés. Está muy bien, sólo que me gustaría saber más de él. Si tenés algo, mandame.
  Las cosas nuestras igual. Adolfo luchando por cobrar lo que le deben y por que salga su libro, el que premiaron. Por acá todo es fastidiarse detrás de la gente sin ver resultados concretos. Mi libro saldrá a fines del año que viene. ¿Recibiste la noticia del nuevo premio de Adolfo?  Fueron 30.000 $ (1.300 dólares) por un cuento, que es en realidad un capítulo de la última novela.
  La foto de Constancita no vino. Me llegó el cable de Bernardito para mi cumpleaños. Muchas gracias.
  Yo sigo trabajando con las correcciones, que me dan bastante: no mucho, pero como para subsistir. Aquí está muy caro todo y estos días la ciudad ha sido un infierno porque cambiaron las rutas de camiones y además el gobierno se los quitó a los particulares. Así que se veían a las multitudes en la calle sin tener en qué trasladarse. Daba odio ver a los potentados en sus botes y el pueblo mirando con impotencia. Esta ciudad es terrible. Yo he estado de nuevo sin el auto, porque se paraba a cada rato. Hoy me lo dieron.  Ojalá ya no me diera tantos problemas.
  Para mi cumpleaños hice una pequeña reunión. La Navidad la pasaremos en lo de Incháustegui.
  Como soñaba con una alfombra, fui a Sears y la saqué a crédito. Es de fibra pero viste mucho el living. Sólo que es blanca casi totalmente y tengo miedo de que pronto se me ensucie. También me compré una filmadora y estoy chocha pues era mi sueño dorado. Ya filmé dos películas. Veré si el proyector lo compro más adelante.
  Adolfo ahorra para su viaje a la Argentina. Yo quisiera ir, como te dije, pero no creo que deba gastar tanto. Sólo que la soledad en un país extraño es muy dura y termino deprimiéndome. Sobre todo trabajando en la casa.
  Hoy empiezan las vacaciones de invierno de Sol. Menos mal, porque hace frío por la mañana y ya le había dado tos. Esta noche hay una fiesta en su escuela con piñatas, etc. Estos días se va mucha gente afuera pero nosotros no saldremos.
  ¿Cómo andás? Hacete ver del oído. Vos sos reacia a los médicos pero son necesarios. Yo tengo que ir también al dermatólogo pues me han salido unas manchas en la cara. También al ginecólogo pero ya eso es superior a mí.
  ¿Cómo sigue María Inés de su molestia? ¿No será colon irritable? Ella siempre sufrió de los intestinos y me parece que por ahí andará la cosa. Yo también soy propensa a eso. ¿Cuándo se van a Miramar?
  Contame del papá y del resto de la flia. Que me escriban.
  Si podés, comprale a María del Sol un sweter en la fábrica de Miramar (si tenés conque) pues los que le compramos en París no son de lana y se están deteriorando. También se quedó sin un solo vestido de verano. Pero por ahora no le hacen falta. Si va a la Argentina lo compraría allí.
  Bueno, feliz cumpleaños de nuevo, Navidad y Año Nuevo para todos. Ojalá surja un rayo de luz en el panorama del país. Yo así no voy a volver.
    Un abrazo a todos



19 de mayo del 82

Querida mamá:
                          Supongo que a estas alturas ya habrás recibido el Ajovit junto con mi carta. Ojalá te siente bien y oigas mejor. Acusá recibo. Hoy llegó carta tuya para Sol y para mí.
  Nosotros cada vez más preocupados por el asunto de Malvinas. Me imagino la tensión que vivirán, además de la catástrofe que eso significa en vidas  y en la economía. Parece que la paz en el mundo es cada vez más imposible. Es que hay mucha avidez de poderío y, por el otro lado, demasiado sufrimiento. Qué será de nuestros hijos. María del Sol juega todo el día. Ojalá pueda seguir haciéndolo mientras dure su infancia. Pero ya opina de política y dice que los ingleses “son unos viejos pelones”.
  México, dicen, está posando la crisis económica más grave de su historia. Se han parado todas las obras públicas (el metro ¿te acordás?) y hay un recorte brutal de presupuesto. No te creas que estar aquí es la panacea. No toman a nadie. Yo me defiendo con estas correcciones que hago en casa pero en última instancia me resulta una entrada muy precaria. A Adolfo aún no le pagan, así que vivimos de lo que yo cobro. Pueda ser que pronto se solucione esto. Estoy sin muchacha y por ahora no busco pues no podría pagarla. A fin de mes se vence el cambio de patente del auto y son como 2500 $. Estoy esperando que le paguen a Adolfo para hacerlo. Ando un poco cansada pues hago todo, salvo lavar la ropa que mando a la lavandería. Pero me las arreglo y la casa no se ve tan sucia. Con el crédito Sears saqué una cubrecama nueva para mí (la azul ya daba asco) tipo acolchada. Quedó linda. También sábanas para la gordita pues las de


ella se estaban deshaciendo. Qué tiranía la casa. Las cortinas del cuarto de Sol se caen a pedazos de viejas. Las tocás y se abre la tela. Las cambiaremos cuando le paguen a Adolfo (estoy cono la abuela Felisa con los Torre). También los empapelados están feos y manchados, pero ya el cuero no nos da para más. Las rentas de deptos de dos dormitorios están a 30.000 $. Nosotros pagamos 7500. ¿No es una bicoca? Todo gracias a Cristina Incháustegui. Carlos, el marido, tuvo un accidente cuando iba en taxi. Chocó con un camión (léase colectivo). El chofer murió. El se abrió la cabeza pero lo cosieron y parece que está bien.
  Volví a hacer componer el auto pues no tenía luces. No sé qué hubiera sido de mí sin él. Ando de acá para allá y me soluciona miles de problemas en esta ciudad infernal.
  Adolfo sigue con el monotema de la vuelta, aun con guerra. Yo también quisiera, pero no sé si ahora no es una locura.
  Por televisión vemos constantemente escenas de la guerra allá y declaraciones de la gente. Noto un gran histerismo. Me hace acordar al nazismo. La soberanía es primero interna que externa. Los ingleses son unos erfectos hijos de puta.
  Bueno, se me acaban las noticias. Mandame cosas sobre San Luis. Pedile a Cototo algún material (del siglo pasado y ppios de éste).
  Me acuerdo siempre de todos. El otro día puse una música con mucho ritmo y pensaba cómo bailaría Esteban. A María Inés le voy a escribir en estos días. Me estoy acordando que falta poco para el cumple de Bernardo y Graciela. Muchas felicidades y prosperidad y salud. La paz esbuena, pero el hombre tiene que cambiar para que esto sea posible.
                   Un abrazo a todos

                                           Paulina
PD. María del Sol habla siempre de sus primos. También se acuerda de las hijas de Ana María y de las de Letty y hasta de las de Delita. ¿Qué es de la vida?
  Si llega a haber peligro, váyanse todos a San Luis.




























29 de marzo de 1982

Querida mamá:
                        Te escribí  la semana pasada con noticias de nuestra llegada y de la de Adolfo. Han sido días un poco agitados de gente que vino y llamó por teléfono, por los encargos y también para vernos. Ahora estamos volviendo a nuestra soledad, que nos hacía falta para reencontrarnos un poco.
  México sigue pareciéndome inhóspito. No me dan ganas de salir a ningún lado. La gente está cada vez más loca para manejar. Algo terrible que sucedió en los últimos días fue el incendio de la Cineteca. No sé si te acordás que fuimos allí con vos esa vez que lo acerqué a Tony. Es ésa que tenía una librería donde vos compraste el libro para Horacio y creo que para Bernardo. Vimos ese día Las señoritas de Wilco. Se quemó con toda la gente adentro. No quedaron sino escombros. Nosotros pensábamos ir esa tarde en que se desató el incendio. Hubo antes una explosión y un derrumbe y poca gente alcanzó a salir. El gobierno dice que sólo hay dos muertos pero miente pues familiares de cien personas reclaman por ellas diciendo que se fueron a la Cineteca y no volvieron. Se perdió además todo el archivo fílmico de México. En fin, también uno de los pocos lugares adonde podíamos ir. Te mando el recorte.
  Hablé con una amigo cuya suegra viaja en estos días. Ella te podría llevar e ajovit, creo. Le va a preguntar. Te llamaría en ese caso a su regreso, que sería para fines de abril.
  Adolfo acaba de llegar con su novela, recién salida del horno. Está muy contento. Ojalá tenga éxito. En su trabajo lo nombraron Jefe de Departamento y le aumentaron el sueldo, pero con la devaluación es lo mismo que la nada. Lo bueno es que tendremos Seguro, lo que nos solucionará el aspecto médico, que tenemos tan descuidado. Yo tengo unas correcciones que él me trajo, pero parece que ya no van a tener más, o sea que me quedo en la vía. Está jodido para conseguir algo. Hice revelar los rollos de las películas. Están bárbaros los de Brasil y el de casa, que me emocionó mucho. Todos estamos muy bien y naturales. Vos te ves muy bien, salvo en un momento que te pesqué con la cara de “paloma hondeada”. Es un recuerdo muy lindo. El pedazo de la quinta de Bernardo también se ve precioso. Me causa gracia Federiquito mostrando su cocodrilo. De nosotros la que mejor salió es María Inés. Los demás nos vemos bien pero ella se ve una belleza. Los chicos divinos. Qué lástima que no puedan verla.
  Al papá ya le mandé los pasajes. Que diga si los recibió.
  Corto aquí pues quiero escribirle a María Isabel y ya es tarde.
      Un beso grande para todos de

Paulina

Sol se acuerda mucho de ustedes. Todavía no se le va la tonada porteña.






   

10 de julio /82

Querida mamá:
                          Espero no haber recargado demasiado tus gastos con el llamado. Pero, como te decía, María del Sol se fue hace nueve días y esa mañana me sentía particularmente sola y melancólica. Adolfo fue a buscarla al Solcito pero ella no quería  por nada venirse. Dice Adolfo que está fascinada con los animales. En realidad ella no ha tenido casi campo, a diferencia de nosotros cuando éramos chicos. Adolfo volverá este miércoles y la traerá. No he conseguido muchacha así que tendré que dejarla sola. Le dejaré el desayuno servido y le diré a alguna vecina que la mire de a ratos. Todos los chicos del edifico están de vacaciones, así que ella puede bajar a jugar y no se sentirá tan solita. Dejaré lista la comida la noche anterior. Pollo al horno, bife o alguna cosa sencilla.
  Cuidate del frío. Es malo para la circulación. No salgás al mercado al alba ni ventilés tanto la casa. Yo me estremezco cuando recuerdo lo que eslevantarse allá con esa Siberia que es el pasillo con la mampara abierta. Abrila un poquito nomás., y al mediodía. Es peor congelarse. ¿Por qué no te hacés dar masajes? Nunca lo has hecho y es bueno para la circulación. Seguramente esto que oyes menos es una racha pasajera. No te sugestionés. Ya vas a ver que mejorarás.
  Yo, como te conté, empecé a trabajar. El lugar y el horario están bien, así como los compañeros. Pero no sé cómo harán pues acaba de llegar una orden prohibiendo contratar extranjeros. A la directora no la puedo ver jamás. Porque si bien al principio fue muy amable y me llamó para trabajar allí, es un personajón que no recibe a nadie. Sólo a los hombres. Con Adolfo se deshace toda. Yo no voy a suplicar. Te he dicho que sí  voy a ir a lo del amigo de Cototo, aunque no sé cuándo. Lo saludaré pero no le pediré nada pues nuestro futuro es tan incierto, Adolfo pensando en volver y yo sin saber qué hacer. Me parece un abuso pedir trabajo sabiendo que a los dos o tres meses me voy.
  Adolfo ya cobró una parte y parece que pronto viene la otra, aunque con muchos descuentos por retiro, jubilación, etc. Podremos pagar la renta, que debíamos ya tres meses. Cambiaremos las cortinas de la pieza de Sol que se caen a pedazos y mandaremos a hacer unos cuadros pues ya estábamos hartos posters y pare de contar. Adolfo quiere que vamos al mar (yo tendría que faltar) pues dice que Ma. Del Sol tiene que disfrutar sus vacaciones como él las ha disfrutado. Pero yo prefiriría arreglar el auto y no gastar tanto. Ya veremos.
  A Adolfo mi suegro lo operaron en Córdoba a causa de las piernas. Parece que había peligro de gangrena. Le pusieron una aorta de plástico desde el húmero a la ingle que le irriga las dos piernas. Parece que con eso va a andar muy bien. Pobre. Ojalá. Fuma como loco y a su edad y con sus problemas es una contra muy grande. Hoy llamó la mujer de Jorge Rougès, Dolores (él es hermano de Emilia) para decirnos que vienen por México el sábado. Con ellos te mandaré más ajovit y también lecitina de soya, que es buenísima para el cerebro, para la circulación, la memoria, el colesterol, etc. Dicen que regenera las células cerebrales. No es medicamento así que se puede tomar con toda tranquilidad. Si te llaman a la vuelta invitalos a casa.
 Antes de que me olvide. Muchísimas gracias por los envíos de los libros. Esta semana recibí el de B. Elena Vidal de Battini y otros dos. Me van a ser muy útiles. Adolfo se quedó fascinado con el de leyendas de Berta Elena. Dice que quiere comprarse todos y le interesa conocerla a ella. En realidad es una obra de envergadura. Pero esos libros son una joya y se pueden perder. No mandés más por ahora, salvo, si pueden, el de la guerra del Paraguay.
  Acá leemos con horror en El Clarín lo terrible que fue la guerra, la cantidad de mutilados. Dicen que a muchos han debido  amputarles los pies pues se les congelaban en las trincheras. No tienen perdón los que la hicieron y mandaron a niños para que los mataran. ¿Por qué no fueron ellos? Dicen que los soldados seguían peleando y Menéndez se había ya rendido.
  El otro día estuve releyendo  El hombre y sus esperanzas. Tiene partes de mucha sabiduría. El papá es muy idealista y poeta. Por allí dice:”Todas las tiranías llevan a sus países a la guerra”. Ya ves.
  Salió un libro de Adolfo de recopilación de leyendas populares de aquí. Les mandé algunos a ustedes. Decía que iba a ir a la librería a comprar uno para darle al papá porque ya no tiene. Yo le dije que no, que él podía leerlo del tuyo, si quiere. Además no lo puede llevar a su casa, así que es lo mismo. Que no se ofenda.
  Tengo realmente muchas ganas de volver pero el miedo me paraliza. ¿Y si sigue no sólo la pobreza sino que continúan el miedo y las persecuciones?
  Me quedé con ganas de hablar con María isabel. Decile que me escriba. María del Sol recibió una carta tuya y unas líneas de Esteban. Cuando vuelva se las daré.
  Te mando esta frase de Séneca que te va a gustar: “Es una calamidad el ánimo angustiado por el futuro y desgraciado antes de la desgracia, preocupado de que le duren hasta e fin esas cosas con que se deleita. Porque no descansará nunca y, esperando el porvenir, perderá las cosas presentes de que podría gozar. Igual es la desgracia de perder una cosa que el temor de perderla”.
                       Un abrazo a todos. Cuídense.
                                               Paulina

Qué horror lo que hace Israel en el Líbano. No hay derecho.


4 de julio de 1982

Querida mamá:
                          Semana terrible ha sido ésta de movida y de percances, por lo que no he podido escribir ni una letra. Empecé a trabajar, con la consiguiente preocupación, sobre todo los días anteriores, en que no sabía cómo iba a hacer con Sol de vacaciones y yo llegando aquí a las tres de la tarde. Afortunadamente un amigo nuestro, Fernando Tola, que viven Tlahuapan, Puebla, y tiene un hijito, le pidió a Adolfo si la podía llevar por una semana. El lugar es precioso, al pie de un volcán, tienen una casa enorme y árboles frutales, vacas, perros, patos. El Bicho (el chiquito) tiene cinco años pero juegan con Sol como grandes compinches. Me solucionó el  problema esta semana, pero vuelve el miércoles y de nuevo el devanarse los sesos. No sabés cómo la extraño a la petisa. Ayer la llamé por teléfono y parece que está feliz y no tiene ningún interés en volver. Ojalá disfrute y le haga bien. Yo no puedo buscar muchacha pues también dicen que en este trabajo demoran como dos meses en pagar. A Adolfo también lo tienen colgado aún. Ha sido una época horrible de cuidar las monedas. Yo seguiré corrigiendo para MC Graw Hill, así que mañana, del trabajo, me iré a Naucalpan. Para colmo estoy sin auto, se me rompió y no puedo hacerlo componer. También parece que se nos rompió un caño en el baño y les arruinó todo el techo a los de abajo. Llamarán al plomero y pasarán el presupuesto. A María del Sol, que dejó su bicicleta en el medio del patio, pasó un auto y se la hizo bolsa. Yo ando tan agotada que ya van dos veces que salgo de la casa a tirar la basura o  por cualquier otra cosa y me olvido de la llave. Ya estoy harta de llamar al cerrajero.  Se rompió también el candado de la jaula de la azotea y me robaron (allí se tiende la ropa) ese juego de toallas que vos me regalaste, que compré en Sears. ¿Me querés decir qué nos pasa? Espero que la racha pase de una vez y se nos dejen de descomponer las cosas cuando no podemos pagarlas.
  Por otro lado, y fuera de esos pequeños pero jodidos percances, estamos bien. Yo de salud no tanto porque vivo con anginas y dolor de cabeza. Ahora somos de nuevo del Seguro, así que voy a pedir turno uno de estos días, cuando tenga tiempo.
  A María del Sol le fue muy bien en la escuela, sacó puros nueves y diez. Cuando ella vuelva (guardó sus cosas no sé dónde) te voy a mandar una fotocopia de lo que dice de ella la maestra. Es una niñita amorosa, el otro día Adolfo hizo una sopa que a mí me pareció muy salada y no pude comer. Me vine a la cama y me acosté. Entonces Sol me gritó: “No te aflijas, mamita, ya te llevo un sandwich.” Se cree mi madre. Cuando me duele la garganta viene con el termómetro y me lo pone y mientras espera me besa. Para irse a Tlahuapan hizo ella sola su bolso, perfecto, yo no necesité agregar ni quitar nada. Bueno, no podés quejarte que no te cuento de ella.
  A Adolfo le mandaron el contrato de la Editorial Belgrano para publicarle su novela Puertas del Paraíso. A mí ni una línea, y eso que se comprometieron a hacerlo. Yo le escribí al tipo. Veremos si contesta. ¿No lo llamó María Inés? Creo que Adolfo le pidió a Horacio que lo hiciera.
  Me alegro de que María Isabel esté bien, a pesar de no conseguir trabajo. Ya le va a llegar todo lo que necesita.
  Recibimos El Clarín. Yo lo leo de arriba a abajo. ¡Qué caras tienen los militares! Cuadrada, y mejor me callo. Hoy leí que hubo una devaluación. Se va el dólar a 2. 300. 000 y en el mercado negro a 30.000. Dice Adolfo que eso va a estimular las exportaciones. Pero ¿Y el pueblo que no exporta? Adolfo tiene esperanza. Yo, desconfianza. ¿Cuándo se va a arreglar ese pobre país?

  Hoy ha sido aquí día de elecciones. Acá abajo, en el garaje, pusieron una mesa. Pero a pesar de la gran campaña electoral, la más grande en la historia de México, hay mucho abstencionismo y el PRI es el que siempre gana (Partido Revolucionario Institucional). Es el partido que salió de la Revolución mexicana y el más popular, aunque por el pueblo hace poco y nada. De modo que todo seguirá igual.
  A los chicos y el papá que me escriban. Que no se olvide del libro: La guerra del Paraguay, de Ramón J. Cárcano. Lo necesito. Si puede, que me lo mande.
     Un beso y cariños a todos de
                                                    Paulina

PD. Acabo de hablar con Sol. Está chocha. Me contó que los perros mataron un pato.                                  

 







































México, 22 de mayo/ 82

Queridos mamá y papá:
                                      Hace ya una semana que llegué. No escribí antes porque estaba agotada y muy nerviosa por Adolfo. Por suerte se solucionó todo. Para colmo él me hizo un cable que llegaba en Ecuatoriana. Pero no llegó en ese vuelo. Yo había ido a esperarlo al aeropuerto y me volví muy afligida, temiendo que algo raro hubiera pasado a último momento. Parece que el vuelo estaba lleno y tuvo que viajar en Avianca.
  Al llegar yo y la gorda estaba la muchacha. Menos mal. Se quedó con una prima que trabaja en el edificio y ya estaba por ocuparse en otro lado. Hice bien en venir. María del Sol reanudó su escuela. Dice la maestra que no está muy atrasada. Extraña mucho. Cuando lo vio a Adolfo estaba loca de alegría. Yo también extraño. Es bueno sentirse rodeada de afecto. México al lado de Buenos Aires es un páramo, no tiene nada que hacer. Ojalá todo fuera bien y pudiéramos volver sin necesidades ni apremios.
  El auto funcionó. Es una ayuda incalculable. No sé qué me haría sin él en esta terrible ciudad.
  Me acuerdo mucho de todos y de lo buenos que han sido. Deseo que María Isabel consiga trabajo y novio. ¿Cómo le va con el inglés? Que  me mande las fotos. También que María Inés tenga todo lo que necesita para su realización. Lo mismo Bernardo. Los sobrinos a cuál más divino. Todos en su edad con gran personalidad e inteligencia. De tal palo tal astilla (que no se enojen los cuñados, que están incluidos).
  Hoy fue Adolfo a trabajar. Cobrará y pueda ser que me traiga correcciones pues necesito ganar algo con urgencia.
  Al papá le voy a mandar los pasajes. Debo comprar sobres. Escucho a Falú en estos momentos y me entra mucha nostalgia de los paisajes de Argentina. Totoral es una belleza.
  ¿Cómo va tu oído, mamá? Hacele caso a los médicos. No comás tanta carne roja. Voy a ver con quién te mando Ajovit y la Lecitina de soya.
  Yo me despierto con unos dolores de espalda feroces. Voy a tratar de inscribirme para hacer natación. Lo mismo a Sol.
  Hace calor, así que la ropa de verano me vino al pelo.
 Cariños a todos. Un beso para ustedes de
                                         Paulina

PD. Las cosas aquí están por las nubes con la devaluación.


9 de abril del 82

Querida mamá:
                           Recibí una carta tuya del 30 de marzo. Hoy me he estado acordando de que hacen 20 años de la muerte de Jorge. Qué joven murió. Siguiendo con este tema triste, nos acaban de llamar que una compañerita de Sol, Carolina, se ahogó en Acapulco. La entierran mañana. Qué horror. Los padres son argentinos. Hace una semana estuve con ellos en una junta de la escuela. No puedo dejar de pensar. María del Sol está triste, pero no se da mucha cuenta. Qué golpes tan terribles e injustos tiene la vida.
  Nosotros preocupados por el asunto Malvinas. Esperemos que se arregle por negociaciones y no llegue a mayores. Sería horrible una guerra. Yo reconozco el derecho argentino sobre esas islas pero no me parece la ocupación. Creo que ya el pueblo argentino está muy golpeado para embarcarse en una guerra, además de lo negativo que eso sería para su economía. ¿Están tranquilos ustedes?
  Me da pena que hayas perdido el oído derecho. Tratá de seguir las indicaciones de los médicos y no hacer desarreglos. No sé con quién mandarte Ajovit pues la señora que iba a Argentina no me ha llamado. Volveré a averiguar.
  Estos días ha hecho un calor insoportable. La ciudad está vacía por Semana Santa. María del Sol tiene 15 días de vacaciones. Ayer fuimos a Puebla, a lo de unos amigos por dos días. Viajamos en metro y no te exagero si te digo que no sé cómo no morimos asfixiados. Yo ya no salgo más afuera en esas condiciones, llevando bolsos en metros y camiones. Si mi auto estuviera mejor me animaría a sacarlo a la carretera.
  Estoy con trabajo pero no sé hasta cuándo pues son cosas que me trae Adolfo de la oficina y no saben si seguirá habiendo. Está muy difícil conseguir alguna cosa pues se termina el sexenio (período presidencial) y todo el mundo sale. Además, con el recorte de presupuesto a causa de la devaluación no nombran a nadie.
  He andado muy mal de los ojos. Como no tengo anteojos y debo usar constantemente los lentes de contacto se me hizo una infección que me provoca un horrible dolor de cabeza. Fui al oculista y me recetó unas gotas que me mejoraron un poco. La semana próxima me voy a encargar los anteojos.
  Como este departamento da a un pueblito es espantoso el olor a cerdo que nos viene con el calor. Pero dicen que no se puede hacer nada pues es una costumbre de aquí tener un cerdo o más en los fondos.  También he descubierto en el lado de afuera de la ventana de Sol un nido de murciélagos. Vuelan toda la noche por el patio y me da miedo que se le meta alguno en la pieza. Ni que estuviera en El Trapiche.
  En el sur de México, Tabasco, entró un volcán en erupción. Los daños son cuantiosos en vidas humanas, cosechas, ganado. Pobre gente. Cuántas tragedias.
  Te mando aparte una revista en donde salió un fragmento de mi novela. Me fregaron pues pusieron el año de nacimiento. Ahora casi no puedo mostrarla.
  Bueno, espero que las novedades mejoren en las próximas cartas. Ando medio deprimida con tantas cosas tristes.
     Un beso para todos de
                                             Paulina  





México, 21 de abril del 82

Querida mamá:
                       Acá andamos, preocupados por el asunto Malvinas. Ojalá no se desate lo peor. Los que mueren son los jóvenes. La reivindicación es justa, pero yo no soy partidaria de que se mate por dos islas. Inglaterra, qué cosa. Ni una sola voz se ha levantado allá para decir que es una guerra colonial. Me gustaría llamarlos pero no tengo dinero. Supongo que estarán bien. Esto va a ser catastrófico para la economía, con el bloqueo de la Comunidad Europea.
  Yo ando medio caída desde hace un tiempo. Primero fue la cuestión de los ojos. La infección se me fue con las gotas pero apenas la suspendí por indicación del oculista, volvió. No podía encargarme los anteojos pues no me pagan aún los trabajos que hice. Hoy Adolfo sacó los últimos pocos dólares que tenía en el banco y los encargué. Parece que tengo intolerancia a los lentes de contacto. Los usaré alternadamente con los anteojos. El oculista me dijo también que se me puede hacer un desgarrón, que tengo muy delgada la rutina. Me impresionó mucho y cuando llegué aquí vomité. También ando mal del estómago, creo que tengo amebas. Todo me hace mal. Tendría que hacerme ver.
  El trabajo más o menos. No me pagan puntualmente y en cualquier momento se me acaba. Está difícil conseguir por el fin del sexenio. Pero yo estoy también sin ánimo de buscar nada. Creo que ya cubrí la cuota con México y me tienen harta también los mexicanos. No sé si el remedio está en volver, pero la cosa es que nunca he estado tan mal. Sueño con mis amigas de San Luis, hasta con la Popa, todas las noches, que quiero hablar con ellas y el teléfono no anda.
  Ayer fue la presentación del libro de Adolfo Sol que regresa. Estuvo bien, aunque él anda también en baja.
  María del Sol bien, preciosa, yendo a la escuela aunque se levanta con mucho sacrificio, pobrecita. Vive jugando con sus amigas del edificio. Qué se haría en Buenos Aires. Cuando los chicos se van de vacaciones y se queda sola, se muere de tristeza y aburrimiento. El otro día lloraba a gritos que quería un perrito y no entendía razones. Yo le he dicho que más adelante, cuando ella lo pueda cuidar y bañarlo. Ahora está más tranquila. La afectó mucho la muerte de su compañerita. Yo no he hecho más que pensar en esos pobres padres volviendo de Acapulco y encontrándose con su pieza llena de juguetes. De todos modos hay miles de niños que mueren diariamente por la desnutrición y la pobreza y uno no dice ni mu.
¿Cómo anda María Isabel? Le escribí y no me ha contestado. ¿Por qué no hace cursos de post-grado? Es una forma de meterse en el ambiente y de conocer gente. Contame también de los otros, ya que ellos no se dignan a escribir. ¿Cómo andan tus oídos? ¿Y tu ánimo? Seguro que mejor que el mío. No he podido mandarte el ajovit por no tener con quién. Cuidate y andá a los médicos aunque no te guste.
 ¿Te conté que la película se ve bárbara? Me da mucha nostalgia cuando la paso.
  A Adolfo lo clavaron en el Estado de México por 3000 dólares. Dicen que dieron la orden de que ese pago no se concrete. Así son aquí. El no quiere andar con juicios.
(Incompleta)  






Carta de María del Sol
Madrinita y tía
Chiche querida 1 de junio de 1982 Martes

Abuelita Chiche y madrinita de Sol
Abuelita querida como te va espero que bien yo voi (sic) a pasar a tercer grado ya que acá ya se van a terminar las clases. Yo y mi mamá tenemos ganas de ir a Argentina pero todavía no hemos decidido muy bien que lío lo de las Mabinas espero que gane argentina porque los ingleses están jugando muy sucio te escribi esta carta para contarte que tengo varicela y espero curarme pronto porque no puedo resistir la tentación de rascarme como te va de la vista cuidate tus hojitos igual tus oidos te mando besos y abrazos

                                         María del Sol

(La ortografía es de Sol)












México, 30 de abril del 82

Querido papá:
                         Estoy corrigiendo un libro de medicina (resulta que no pensaba trabajar más para esta editorial pues queda en Naucalpan -como decir Avellenada- y pagan muy poco. Pero todavía no me pagan las correcciones que me trajo Adolfo así que ante la necesidad de divisas tuve que volver). Bueno, esa circunstancia ha hecho que me acuerde mucho de vos. En realidad el hecho de tener un padre médico ha sido para mí en la infancia una fuente de seguridad. Además que vos no sos un médico cualquiera.
  Nosotros aquí pendientes y angustiados por lo que pasa allá. Hoy anunciaron que Argentina acató el mandato de la ONU y que retirará las tropas de Las Malvinas. ¿Tanto lío para nada? Pero quizá sea mejor y se evite derramamiento de sangre. Ojalá el país resurja de una vez de sus cenizas. Acá la información es muy buena. Hay enviados especiales que mandan vía satélite lo que pasa. Hemos visto manifestaciones que nos ponían los pelos de punta. Me imagino que estarán sufriendo mucho las consecuencias económicas de todo eso. Ojalá ustedes estén bien.
  He estado leyendo varias cosas de San Luis (las pocas que tengo, en realidad necesito más; si ves algo mandámelo) para una nueva novela. Esto me ha puesto melancólica por estar tan alejada de ese mundo del cual me alimenté y que tuvo un papel tan importante en mi formación. Tengo ya ganas de volver, que se acabe este extrañamiento.
  Adolfo con su trabajo más o menos, pues lo pusieron de planta y a consecuencia de eso se demorarán en pagarle. Pero de todas maneras el sueldo es bajo y, aunque paguemos poca renta, ya no alcanza. Está buscando otra cosa pero todo está difícil. Yo también busco. La crisis está golpeando fuerte y en los organismos del Estado hay un recorte de presupuesto que impide nombrar a nadie más. Las cosas suben día a día y además las esconden para aumentar el precio.
  María del Sol amorosa. Yo me preocupo porque ella no va a vivir la abundancia y seguridad que yo viví. Ya sé que éramos pobres, pero no creo que nunca hayamos pasado tantas incertidumbres económicas y de todo tipo. El mundo ha cambiado mucho. A veces tengo miedo.
  El otro día le estuve leyendo a Adolfo algunos poemas de Agüero de Un hombre dice su pequeño país. Le gustaron y emocionaron. Son muy buenos realmente. San Luis debería tener una calle Agüero. ¿Por qué no lo proponés?
  Me alegro que María Isabel esté trabajando. Aunque sean muchas horas la va a ayudar a conocer, a sentirse más integrada. ¿Ella está contenta? ¿Qué cuentan los demás?
  ¿Recibiste el pasaje? ¿Cómo andan de salud vos y la mamá?  Me han dicho que el Ajovit puedo enviárselo por correo diplomático. Voy a averiguar. Sólo que tendría que ser una remesa grande y por ahora no tengo money.
  Háganse ver y cuídense mucho. Quiero tener padres hasta mis ochenta años por lo menos.
  Escribí. Esta carta es también para la mamá. Cariños a todos y para vos un besote de
                                          Paulina

1 de mayo
Me acabo de enterar del comienzo de los ataques. Estoy muy amargada y preocupada. Quisiera hablar con ustedes.
                                    besos

México, 9 de mayo del 82

Querida mamá:
                          Al fin encontré una persona que pueda llevarte el remedio, a través de una conocida de Rosario de la Embajada. Pueda ser que te mejore y oigas cada vez más. Te escribí hace dos días, por lo que no tengo mucho que contar, salvo la preocupación en la que vivimos sumidos por el asunto Malvinas. Yo creo que se tiene que arreglar. Estamos al tanto de todo por diarios y Noticiosos. Adolfo recibió tu carta en donde le anuncias la suscripción a “Clarín”. Muchas gracias.
  Mañana es su cumpleaños y también aquí se festeja el día de la madre. Con ese motivo anoche hicimos una pequeña reunión. Estuvo muy linda y amena.
  Tengo bastante trabajo aunque me pagan poco. Pero me salvó la situación, sobre todo hasta que Adolfo cobre.
  La muchacha se fue nomás. Me ofrecieron otra que vendrá mañana lunes pero no me gusta. Tiene cara de retardada. En fin, aquí no hay muchas opciones.
  Qué pena que no se arregle lo de María Isabel. Pero en realidad ese trabajo era matador. No podía ser persona ni tener tiempo para ella. Seguramente va a encontrar otro mejor.
  Se me acaba la cuerda. Espero que esta remesa te dure unos dos meses. Luego te mandaré más. No me animé a hacer un paquete tan grande.
  Cariños a todos. Cuidate, lo mismo el resto de la familia.
                                      Un beso de




































Mexico, 28 de septiembre del 82

Querida mamá:
                            Hace días que no llegan cartas tuyas. Yo no tengo muchas noticias, así que ésta será breve.
        Me ha apenado mucho la muerte de la Pocha. Se veía joven. ¿Ella sabía que estaba tan grave? Supongo que la extrañarás, pues ella te acompañaba e invitaba mucho.
        María del Sol estuvo con gripe y tos pero ya está bien. Es una tortura obligarla a que esté adentro. Llora y se rebela tanto que al final me da lástima y cedo. Qué chinita vaga. Se ha hecho íntima de una vecina de su edad y se queda a dormir allí o ella viene aquí. Va a sufrir cuando se separe pues la adora.
  La muchacha me resulta bastante buena. A pesar de que por ahí mete la pata. Pero estoy más tranquila. El trabajo doméstico me deprime y desespera, sobre todo porque no tiene límite y hay que vivir para eso.
  No sé si te dije que aquí en mi trabajo me van a publicar mis cuentos. Los escribí hace mil años y ni sé si valen pero le han gustado y me los pidieron para una colección de escritores jóvenes mexicanos. También mi novela saldrá dentro de poco.
  ¿Qué pasó al fin con María Isabel? Ojalá decida lo que le conviene para su bienestar. A ella le gusta San Luis y no se integra en Buenos Aires. Pero allí tiene, por otra parte, pocas probabilidades en el aspecto vital. Lo esencial es que esté satisfecha con lo que hace y lo demás vendrá por añadidura.
  Dicen que a fin de año vuelven muchos argentinos. Me pregunto cómo serán absorbidos en una situación tan precaria. Adolfo no da ni un paso atrás en la decisión de volver y trabaja como bestia para comprar los pasajes. Yo trato de no pensar pues me angustio. Acá la cosa sigue mal. Mi sueldo me dura quince días. Correcciones no hay por ahora.
¿Qué es de la vida del papá? Es muy vago para escribir.
  Habrá que ver en qué colegio pongo a Sol allá. ¡Qué de cosas habrá que solucionar!
  No tengo más noticias. Nuestra vida es muy monótona. Vemos a poca gente y salimos muy poco afuera. Está empezando el otoño y ya no llueve. Los días son muy lindos.
  Recibimos siempre “El Clarín” y las noticias son desalentadoras. Lo peor es que yo no veo una salida a corto plazo.
                               Cariños a todos y para vos un beso de
                                              Paulina
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