En este libro la autora celebra a la vida y sus atributos. Ya desde el título el poemario habla de un estado contemplativo. Cifra, en esa abstracción de los dibujos, el ulterior significado: una construcción que, en orden sucesivo, va avanzando con un dibujo de la pasión y del cuerpo en todos sus aspectos, aún registra con tierna claridad los gestos de Julita Zavala, detenida desaparecida desde 1979, su prima. (…) a tu hija le dejaste / un ramito de lavanda / y esa costumbre de llevarte la mano a la frente / para arreglarte el pelo (…)
Más allá de lo autorreferencial que, sostengo, es el sustrato de toda obra literaria, en este libro pueden encontrarse algunos ecos de su admirada Rosario Castellanos.
Libro de innegable sensualidad donde el instrumento de la pasión es el cuerpo:
El cuerpo como eje, la piel su textura, el límite pero a la vez la posibilidad de vincularse, el contacto con el otro. Aun el otro aparecerá en la inmaterialidad de la tan actual realidad virtual.
Precisamente en el poema TU PIEL, dice: “Y te voy creando tal como Eva creó a Adán / después de que comieran la manzana / y ya no pudieron recordar el paraíso / o como la alfarera que fabrica los cántaros / en los que verterá sus cereales secretos”.
De esa forma y como una alfarera, va torneando su cántaro - libro. Imágenes de la infancia, de su propia infancia. Con influencia proustiana registra la materialidad del recuerdo hasta lograr su más alto registro. Metafóricamente habla de la infancia de Antonio Esteban Agüero, y encontramos un bello poema que titula Bienes, dedicado a su hija Sol, a quien también dedica el libro, un manifiesto, un legado. (…) Te dejo esa pequeña lumbre / que me guía la mano en el poema / la espuma del deseo / para que lo guardes en tu pecho / como una memoria que ofreces al futuro. (…)
Más allá de lo autorreferencial que, sostengo, es el sustrato de toda obra literaria, en este libro pueden encontrarse algunos ecos de su admirada Rosario Castellanos.
Libro de innegable sensualidad donde el instrumento de la pasión es el cuerpo:
El cuerpo como eje, la piel su textura, el límite pero a la vez la posibilidad de vincularse, el contacto con el otro. Aun el otro aparecerá en la inmaterialidad de la tan actual realidad virtual.
Precisamente en el poema TU PIEL, dice: “Y te voy creando tal como Eva creó a Adán / después de que comieran la manzana / y ya no pudieron recordar el paraíso / o como la alfarera que fabrica los cántaros / en los que verterá sus cereales secretos”.
De esa forma y como una alfarera, va torneando su cántaro - libro. Imágenes de la infancia, de su propia infancia. Con influencia proustiana registra la materialidad del recuerdo hasta lograr su más alto registro. Metafóricamente habla de la infancia de Antonio Esteban Agüero, y encontramos un bello poema que titula Bienes, dedicado a su hija Sol, a quien también dedica el libro, un manifiesto, un legado. (…) Te dejo esa pequeña lumbre / que me guía la mano en el poema / la espuma del deseo / para que lo guardes en tu pecho / como una memoria que ofreces al futuro. (…)
¿Qué es lo que contempla la autora, desde ese lugar de la escritura, su “Cuarto Propio”, tan a lo Virginia Woolf, donde se ha instalado para escribir? Un tapiz mexicano. Habla de horas de contemplación y de escritura.
Tapiz que, tal como un mandala, insiste en que debe existir una gran concentración en el acto de contemplar, y que es allí donde se instala para penetrar la esencia de las cosas hasta su última consecuencia, tal como la Pizarnik ante la rosa.
El dibujo lleva un orden como un orden lleva el poemario. El tapiz va repitiendo como acto propiciatorio dibujos y colores con una alternancia prefijada. Paulina alterna sus temas esenciales logrando un todo armónico.
Hay fondo y figura y eso avanza en su factura: de arriba abajo, de izquierda a derecha, tal como sucede en nuestra escritura occidental.
La estructura de este poemario es su urdimbre. Estos poemas avanzan en una construcción con hilos de colores que en su alternancia forman dibujos de eso que su memoria registra de un mundo poblado por imágenes y sensaciones y recuerdos y sueños, todo eso tan felisbertiano, si se me permite arriesgarlo (Tierras de la Memoria).
Tapiz que, tal como un mandala, insiste en que debe existir una gran concentración en el acto de contemplar, y que es allí donde se instala para penetrar la esencia de las cosas hasta su última consecuencia, tal como la Pizarnik ante la rosa.
El dibujo lleva un orden como un orden lleva el poemario. El tapiz va repitiendo como acto propiciatorio dibujos y colores con una alternancia prefijada. Paulina alterna sus temas esenciales logrando un todo armónico.
Hay fondo y figura y eso avanza en su factura: de arriba abajo, de izquierda a derecha, tal como sucede en nuestra escritura occidental.
La estructura de este poemario es su urdimbre. Estos poemas avanzan en una construcción con hilos de colores que en su alternancia forman dibujos de eso que su memoria registra de un mundo poblado por imágenes y sensaciones y recuerdos y sueños, todo eso tan felisbertiano, si se me permite arriesgarlo (Tierras de la Memoria).
Por otra parte Paulina Movsichoff crea su propio linaje, escribe sobre escritores que por una u otra razón admira: Rosario Castellanos, Juan Gelman, Emily Dickinson, Olga Orozco, Sylvia Plath, Isak Dinesen, y otros que no salen retratados en este poemario. No es en vano que haya tomado a estos escritores como referentes homenajeados. Ellos integran su Olimpo particular, frecuenta sus lecturas, que a su vez son su fuente de inspiración. A ellos se adscribe, y el orden que establece no es casual.
Libro de imágenes y de sensaciones, tiene la particularidad de estar dividido por secciones que llevan a su vez títulos poéticos que aluden a ese Spleen al que tan bien se refiere Charles Trenet en su “Que reste-t-il de nos amours” , canción francesa casi un himno al amor, que seguramente está homenajeada en el poema De nos amours en este libro.
EL TAPIZ DE LAS HORAS de la poeta Paulina Movsichoff, la revela una vez más como sutil indagadora de la atemporalidad del alma que, en esencia, es la materia de este libro, tal como lo es de esencial también el paso de las horas.
Para terminar cito un poema que lo resume:
Libro de imágenes y de sensaciones, tiene la particularidad de estar dividido por secciones que llevan a su vez títulos poéticos que aluden a ese Spleen al que tan bien se refiere Charles Trenet en su “Que reste-t-il de nos amours” , canción francesa casi un himno al amor, que seguramente está homenajeada en el poema De nos amours en este libro.
EL TAPIZ DE LAS HORAS de la poeta Paulina Movsichoff, la revela una vez más como sutil indagadora de la atemporalidad del alma que, en esencia, es la materia de este libro, tal como lo es de esencial también el paso de las horas.
Para terminar cito un poema que lo resume:
FRAGILIDAD DEL SUEÑO
Tablas frágiles del sueño
Isla que Dios tal vez rodee
Los portales profundos
Hora lenta en que la tarde lacia duerme
Gota a gota la vida se desliza
Gusto a polvo en la garganta.
Tablas frágiles del sueño
Isla que Dios tal vez rodee
Los portales profundos
Hora lenta en que la tarde lacia duerme
Gota a gota la vida se desliza
Gusto a polvo en la garganta.
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Paulina Movsichoff nació en Córdoba y creció en San Luis. Es egresada de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Libros publicados: Poesía , "Donde habite la luz", "Adentro hacia los nombres" "Onírisis", "Todo aire es danzable". Novela: "Fuegos encontrados" (Premio "Juan Rulfo" en México para Primera Novela, "Las Fábulas del viento", Segundo premio Municipal de Novela, "Todas íbamos a ser reinas", "La orilla del mundo", "Juan Crisóstomo Lafinur. La sensualidad de la filosofía". En cuento: "Extraño de ojos grises" y "Una mujer silenciosa". Antologías de canciones y juegos tradicionales infantiles, como adaptaciones de cuentos maravillosos argentinos para niños. Y además siete obras inéditas, entre novela, cuento, poesía y cuentos infantiles.
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