jueves, 16 de enero de 2014

JUAN GELMAN - Paulina Movsichoff


Qué hacer con el exilio
si vos no lo habitabas
con esa luna que aullaba como loba
preguntándote por las otras cuestiones del violín
Cómo podríamos haber pasado los días sin tus versos
que el viento escribía
en calles donde la libertad era una pobre sombra ametrallada
Por fortuna allí estaban tus palabras
rojas de llamaradas 
su marea arropando la esperanza
“llena de símbolos y de árboles”
Y Dios abría el cielo
se disfrazaba de humano para encontrarte
acodado al mostrador de algún boliche
de esta ciudad que aún no se ponía los pantalones largos
tratando de entender ese gotán que le explicaba
cómo esa mujer podía parecerse a la palabra nunca
ya que él era un pobre eterno que habitaba los siempres
Aquí la Cruz del Sur está asustada
porque no podrá ponerse de almohada  tu poema
Pero andarás en tu candor de huesos
alumbrando guitarras con tu canto
Porque “¿quién dijo hasta aquí el hombre, hasta aquí no?”
Vos encendiste el amor para que dure
Igual que el de aquel Cholo que quería “besar al cariño en sus dos rostros” 

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