sábado, 18 de mayo de 2013

EL ARCA DE LA MEMORIA de Paulina Movsichoff- Susana Chas






La autora tiene un retrato de Rosario en su escritorio que le inspira la evocación de la escritora y se dirige a ella y le dice entre otras cosas: “Te has asomado al espejo y no viste a nadie. Y esa sensación de inexsistencia se convirtió en palabras.” María Lyda Canoso en la presentación de esta novela, señala que es la novela de “una escritora que habla en su novela de otra escritora […] Porque Paulina es Rosario, entra en su sistema de escritura y en su manera de percibir al mundo”, que para Rosario “se llama cultura, sus habitantes son todos del sexo masculino”. Paulina, ciertamente, se identifica con la biografiada y sufre con ella, mientras escribe sobre la escritura de Rosario. La mexicana, que necesitaba escribir un ensayo sobre la mujer, se dirige a la Biblioteca porque necesita investigar. Se acuerda de un dicho de su madre: “Mujer que sabe latín, no encuentra marido ni tiene buen fin”, las imágenes de la mujer sacrificada en aras del amor, la  golpean. Escribe uno de los poemas más hermosos y fuertes de la poesía feminista: “Meditación en el umbral”: No, no es la solución / tirarse bajo un tren como la Ana de Tolstoi / ni apurar el arsénico de Madame Bovary / ni aguardar en los páramos de Ávila la visita / del ángel con venablo / antes de liarse el manto a la cabeza / y comenzar a actuar. / Ni concluir las leyes geométricas, contando / las vigas de la celda de castigo / como lo hizo Sor Juana. No es la solución / escribir, mientras llegan las visitas, / en la sala de estar de la familia Austen / ni encerrarse en el ático / de alguna residencia de la Nueva Inglaterra / y soñar, con la Biblia de los Dickinson, / debajo de una almohada de soltera. / Debe haber otro modo que no se llame Safo / ni Mesalina ni María Egipciaca / ni Magdalena ni Clemencia Isaura. / Otro modo de ser humano y libre. / Otro modo de ser.      
Paulina Movsichoff seguirá, fragmentariamente, todos los pasos de Rosario Castellanos. Del Comitán (Chiapas, sur de México) de su infancia donde su padre era un poderoso latifundista hasta que Lázaro Cárdenas le expropia las tierras, volverá a su México natal e ingresará a la Universidad. No olvidará Rosario, la salvaje explotación del indígena de Chiapas y escribirá dos novelas: Balún Canán y Oficio de Tinieblas, en las que denuncia el sometimiento de siglos que éstos sufren. Escribirá  volúmenes de cuentos, ensayos y una obra de teatro. Su obra poética es recogida en Poesía no eres tú, volumen que marca un hito en la poesía mexicana. La tesis con la que se gradúa en la carrera de filosofía la convierte en la precursora del feminismo en México y se titula: Sobre cultura femenina. De ella le hablará a Gabriela Mistral cuando se encuentren en Nápoles y citará sus palabras que inspiraron las suyas: “Las mujeres formamos un hemisferio humano. Toda ley, todo movimiento de libertad o de cultura nos ha dejado largo tiempo en la sombra. Siempre hemos llegado al festín del progreso no como el enemigo reacio que tarda en acudir, sino como el camarada vergonzante al que se invita con atraso.” Paulina que es poeta y ama la poesía también citará el poema de Alfonsina Storni cuando narre las desdichas amorosas de Rosario: “Hombre pequeñito, hombre pequeñito / suelta tu canario que quiere volar…/ Yo soy el canario, hombre pequeñito, / déjame saltar. […].”

 Susana Chas es Licenciada en Letras por la Universidad Nacional de Córdoba. Es docente e investigadora. Publicó ensayos entre los que se destacan Las nuestras. Mujer, escritura y vida entramadas en la novela, Tres escritoras cordobesas frente a al historia: Mercedes Ocón, Crtistina Bajo, Susana Dillon.
Los que pintan la aldea. Panorama general de la novela en Córdoba (1980-20003).  






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