jueves, 26 de marzo de 2015

GEOGRAFÍA DEL MONTE- Paulina Movsichoff



Todavía el monte espera
a esa muchacha que golpea las puertas del silencio
Allí ha de buscar su corazón que se quedó enganchado
en la tersura nueva de la hoja.

Todavía en sus manos se despabila el rocío
que despertó de pronto cuando reconoció
el ávido fervor de sus pisadas

Ya no era la soledad
era el encuentro
subiendo por el aire
desnudando la danza
de la mano de un trino de calandria

La lluvia era un secreto
y el amor una seda que aún  no se atrevía a desdoblar

Tan sólo la piedras
conocieron su energía de jade
su amistad de esmeralda
su intimidad con el zafiro

El cielo fue una pradera verde
donde ensayó ese vuelo
que ya cosquilleaba en su cintura

El árbol le concedió su corteza
para que allí  pudiera cincelar  su nombre      


No hay comentarios:

Publicar un comentario